Hablar de las 7 maravillas del mundo es recoger en unas líneas belleza, patrimonio, historia y multiculturalidad. Estas edificaciones encierran en sus paredes el recorrido de las civilizaciones, quizás incluso el pináculo de la perfección arquitectónica alcanzado por el ser humano solo en contadas ocasiones.
Aun así, es necesario realizar algunas acepciones antes de conocer estas verdaderas obras de arte. Cuando hablamos de las 7 maravillas del mundo, nos referimos a las modernas, elegidas en un concurso internacional público celebrado en el año 2007. Si tuviésemos en cuenta a las antiguas, sumaríamos un total de 14.
A pesar de que la importancia histórica de las 7 maravillas del mundo antiguo es indudable, no tiene mucho sentido recogerlas en estas líneas, pues todas (menos la pirámide de Giza) han desaparecido. Además, esta lista fue recogida por un único autor, Martin van Heemskerck, pintor neerlandés que las retrató en sus lienzos. Las 7 maravillas del mundo antiguo son, por tanto, producto de una sola mente y presentan una alta carga de subjetividad.
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¿Cuáles son las “Maravillas del mundo moderno”?
En el año 2000, la empresa privada New Open World Corporation puso en marcha una campaña para elegir a las 7 maravillas del mundo moderno, inspirándose en las antiguas (la Gran Pirámide de Guiza, los Jardines Colgantes de Babilonia, el Templo de Artemisa en Éfeso, la Estatua de Zeus en Olimpia, el Mausoleo de Halicarnaso, el Coloso de Rodas y el Faro de Alejandría).
Tras 7 años de selección y un proceso de votación popular a través de internet y SMS (con más de 100 millones de participantes) surgieron las hoy conocidas como 7 maravillas del mundo moderno, que forman parte del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Esta clasificación se acogió con jolgorio, pero también con cierto enfado por parte de algunos sectores poblacionales, pues importantísimas edificaciones (como la Acrópolis de Atenas) se quedaron fuera.
Más allá de debates y desacuerdos, estos 7 destinos son indispensables para cualquier ávido conocedor de historia y culturas. A continuación, te contamos las particularidades de cada una de estas verdaderas maravillas arquitectónicas.
1. Chichén Itzá (México)
Traducido en Maya como Boca-del-pozo de los brujos-de-agua, Chichén Itzá es uno de los principales lugares arqueológicos de Yucatán (México). El recinto ocupa unos 15 kilómetros cuadrados y es Patrimonio de la Humanidad desde 1998, ya que constituye uno de los testimonios mejor preservados de la civilización maya.
Tal y como indica el propio gobierno de México, Chichén Itzá fue capital de un amplio territorio en la península de Yucatán, encabezado por la liga de Mayapán, del 987 hasta el año 1200 d. C. Seguramente lo que más llame la atención de este lugar es el templo de Kukulkán (también conocido como “el castillo”) erigido por los mayas itzaes en el siglo XII. Su diseño piramidal, dividido en 4 fachadas y 9 niveles o basamentos interiores, es el ejemplo más claro de que antes de la llegada de los europeos al continente americano ya existía una civilización.
2. Coliseo de Roma (Italia)
Cambiamos de continente y de línea temporal, pues nos movemos a Europa, más específicamente a Roma (Italia). La construcción de esta imponente edificación empezó alrededor del año 71 d.C. bajo el emperador Vespasiano. El coliseo romano fue construido en un valle, después de haber secado un pequeño lago que Nerón usaba para el Domus Aurea, un grandioso palacio erigido bajo el mandato de este emperador.
El emperador Tito inauguró el Coliseo en el año 80, pero no fue hasta 2 años más tarde cuando terminaron las obras que dieron lugar al edificio que conocemos hoy día. El hito histórico tras su construcción fue tal que se celebró una fiesta en toda Roma que duró unos 100 días, y en sus arenas murieron en este intervalo decenas de gladiadores.
El coliseo de Roma (más correctamente denominado Anfiteatro Flavio) es un enorme edificio ovalado de 189 metros de largo, 156 de ancho y 48 de altura, con un perímetro elíptico de 524 metros. Hasta 50.000 espectadores podían gozar de los “espectáculos” aquí acogidos y tú mismo, a día de hoy, puedes visitar esta maravilla histórica.
3. Estatua de Cristo Redentor (Río de Janeiro)
Con una altura de 30,1 metros sobre un pedestal de 8 metros accesorios y 1.200 toneladas de peso, la imponente y armoniosa imagen de Jesucristo corona la cima del monte Corcovado, ubicado en el Parque Nacional de la Tijuca (Río de Janeiro). Esta obra monumental se concibe como una pieza de art decó, un movimiento artístico popular entre los años 20 y 30, de naturaleza ecléctica y surgido en periodo de entreguerras.
El Cristo Redentor fue ideado en 1920, y los artistas participantes, seleccionados por la Iglesia Católica en el año 1921. Cabe destacar que la obra no fue trabajada in situ, sino que sus partes fueron encargadas a diferentes artistas, de los cuales algunos nunca llegaron a visitar el monumento. Tras 5 años de trabajo conjunto, el Cristo Redentor o Cristo del Corcovado fue inaugurado el 12 de octubre del año 1931.
4. La Gran Muralla China (China)
Contando ramificaciones y estructuras secundarias, se estima que esta maravilla mundial situada en China presenta unos 21.200 kilómetros de extensión (desde la frontera con Corea, al borde del río Yalu, hasta el desierto de Gobi). Aunque hoy solo se conserva el 30% de ella, esta edificación se gana el nombre a pulso: con unos 7 metros de alto y 5 de ancho, la Gran Muralla China es otra prueba actual de la grandeza arquitectónica del ser humano.
La muralla china tiene una gran historia (de más de 2.300 años), pues fue construida en diferentes áreas por distintos estados/dinastías con el fin de proteger varias organizaciones políticas. Su inicio data en la época del 770 a. C, hasta la dinastía Ming (1368-1644), que le dio forma a la mayoría de la edificación que conocemos hoy en día. En contra de lo que se piensa, la labor de esta muralla no es evitar la entrada de personas, sino cortar la línea logística de la caballería enemiga.
5. Machu Picchu (Perú)
Machu Picchu, situada en Perú, es la ciudadela más importante para los incas, por haber sido construida en una montaña agreste e inaccesible (está en la cadena montañosa de los Andes, a 2.340 metros sobre el nivel del mar). Este impresionante territorio cuenta con 2 grandes sectores, uno urbano y uno agrícola, separados por una gran muralla que desciende por la ladera del cerro hasta llegar a las orillas del río Vilcanota.
Esta ciudadela fue “descubierta” en 1911 por Hiram Bingham, un profesor estadounidense de historia. De todas formas, gracias a pruebas científicas (como la del carbono 14), se ha dilucidado que la fecha de su edificación se sitúa en el año 1450 de la era cristiana, durante el reinado del inca Pachacutec. En la actualidad, Machu Picchu es patrimonio de la humanidad y uno de los mayores orgullos de Perú.
6. Petra (Jordania)
Petra es un importante enclave arqueológico situado en Jordania. Oculta entre las montañas (al este del valle de Aravá), Petra se convirtió en una rica ciudad gracias al comercio caravanero, ya que allí se asentaron los nabateos, un pueblo nómada árabe. El nombre de esta maravilla le viene como anillo al dedo, pues petra significa piedra en griego, ya que no es que se haya construido a base de piedra, sino que literalmente fue esculpida y excavada sobre este material.
Si bien la historia de su construcción se remonta al periodo de los nabateos, en el siglo VII a. C, no fue redescubierta por las poblaciones occidentales hasta el siglo XIX. Sin duda, este conjunto de edificaciones te quitarán el hipo, pues pocos ejemplos hay de ciudades enteras esculpidas sobre arcilla y piedra.
7. Taj Mahal (India)
No nos olvidamos del Taj Mahal, quizá la zona arquitectónica y monumento más bello que se encuentra a día de hoy en el planeta Tierra. Esta impresionante edificación fue construida entre 1631 y 1654 en la ciudad de Agra, estado de Uttar Pradesh (India), por el emperador musulmán Shah Jahan. Aunque el mausoleo y su cúpula son los elementos más conocidos, es necesario saber que el Taj Mahal ocupa un total de 17 hectáreas, ocupadas también por una gran mezquita, una casa de invitados y varios jardines.
Resumen
Estas son las 7 maravillas del mundo, votadas por miles de habitantes de la Tierra y avaladas por la UNESCO, pero sin duda, no son las únicas edificaciones que destacan por su historia, bagaje cultural y belleza.
La sociedad humana es responsable de las cosas más bellas y de las atrocidades más deleznables, y estas edificaciones son el ejemplo claro de la buena cara de nuestra especie. Cuando el ser humano se reúne en pos de un objetivo común, es capaz de las proezas más inconcebibles a nivel arquitectónico y social.
