La práctica del mindfulness vinculada con la meditación ha obtenido buenos resultados tanto en los efectos producidos en la salud física como en la salud mental. Se relaciona con menor riesgo de mostrar una patología y con mayor desarrollo cerebral.
El mindfulness, denominado también conciencia plena, consiste en centrar la atención en el “aquí y ahora” en el momento presente y aceptar la experiencia y a nosotros mismos sin juzgar o hacer ningún tipo de valoración. Así pues logramos conocernos mejor, permitiéndonos regular nuestras emociones, disminuir el estrés, mejorar nuestra capacidad de atención, de memoria, de resolución de problemas e incluso de relación con los demás.
Tantos son los beneficios que se han obtenido de la práctica del mindfulness que se ha introducido como técnica complementaria a otras intervenciones en las sesiones de tratamiento psicológico como terapias de tercera o nueva generación, para tratar a pacientes con distintas patologías, pero vinculados sobre todo con la alteración o afectación emocional.
En este artículo conocerás mejor la práctica del mindfulness, cuál es su origen, cuáles son sus características más relevantes y qué beneficios se han observado en distintas investigaciones.
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¿Qué es el mindfulness?
El mindfulness, también conocido como conciencia plena, tiene su origen en la meditación budista, llegando a occidente impulsado por el profesor de medicina Jon Kabat-Zinn quien lo introdujo como estrategia utilizada en la psicoterapia. La técnica consiste en focalizar la atención en el momento presente, sin hacer ningún tipo de valoración de los pensamientos que nos surgen, solo contemplarlos. De este modo debemos aceptar nuestros pensamientos sin juzgarlos.
Los componentes fundamentales del mindfulness son: como ya hemos dicho centrar la atención en el presente; estar abierto, receptivo, a diferentes experiencias; aceptación radical es decir ni juzgaremos ni valoraremos las experiencias, incluso no rechazaremos las que sean negativas; nosotros somos quienes escogemos sobre que focalizamos nuestra atención o conciencia pero sin intentar controlar lo que sentimos o nos suscitan estar experiencias.
Asimismo debemos mantenernos pacientes, no debemos forzar ninguna reacción, como dijimos simplemente contemplaremos; evitaremos formarnos expectativas o comparar con experiencias previas, recuerda que solo debes concentrarte en el presente; y tampoco le daremos importancia a conseguir resultados inmediatos dejaremos que estos surjan cuando sea preciso. Por otro lado, la observación de la experiencia debe ser participante, es decir, no la podemos percibir como algo ajeno a nosotros, sino que la contemplaremos como algo que forma parte de uno mismo.
Otro factor importante consiste en aceptar nuestro yo del presente. Para poder cambiar y mejorar primero debemos aceptarnos tal y como somos, para conocer cuál es nuestro punto de partida y qué aspectos debemos trabajar para conseguir mejorar. La aceptación es el primer paso para poder cambiar.
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¿Cuáles son los efectos positivos del mindfulness en la salud?
Ahora que ya conocemos en qué consiste la práctica del mindfulness nos será más fácil comprender sus beneficios y cuáles son los motivos por los que esta técnica se está utilizando como estrategias en la terapia psicológica.
1. Reduce el estrés y aumenta el control emocional
Como hemos mencionado, el mindfulness se vincula con la práctica de la meditación, de esta forma es fácil deducir que los resultados logrados serán similares. En distintos estudios se ha observado que la técnica de conciencia plena, realizada de forma regular, se relaciona con una disminución de la hormona cortisol, que en pequeñas dosis tiene efectos positivos para el sujeto, dado que ayuda a regular el metabolismo para obtener energía, afrontar el estrés, reducir infecciones, regular el nivel de azúcar en sangre y la presión arterial, controla los ciclos de sueño y vigilia y está implicada también en la memoria y la concentración.
De este modo, cuando se produzca una alteración de esta hormona se verán afectadas todas las funciones anteriores aumentando también el riesgo de presentar afectaciones del estado de ánimo como ansiedad o depresión. El mindfulness nos ayuda a relajarnos reduciéndose así el estrés y con ello el nivel del cortisol.
2. Mejora nuestra capacidad para concentrarnos
Como ya sabemos, uno de los factores fundamentales del mindfulness es centrar la atención en el presente, en el aquí y ahora y tener conciencia plena de lo que está sucediendo. Así pues, aunque al principio lograr el objetivo de esta técnica puede ser difícil, con la práctica continuada conseguiremos mejorar nuestra capacidad de concentración, alcanzando un mejor control y manejo de nuestra atención. Se trabaja para que los resultados obtenidos durante las sesiones de mindfulness los podamos generalizar y aplicar a distintos ámbitos de nuestra vida.
3. Mejora el sueño
En referencia al primer punto, sabemos que el mindfulness ayuda a disminuir el estrés, manteniéndonos así más calmados y tranquilos en nuestros día a día aunque se nos presenten situaciones difíciles. Nos permite un autocontrol y control emocional que beneficia el descanso. Además, se ha observado que los individuos que realizan esta práctica muestran una activación cortical más baja durante la noche, recordemos que las ondas de más baja actividad durante el sueño se vinculan con las fases de mayor descanso cerebral.
4. Mejora de la memoría
Relacionado con la mejora de la concentración también observaremos una mejor capacidad de memoría. El poder centrar la atención en un estímulo, en algo que queremos recordar, facilita que lo podamos codificar, almacenar y recuperar mejor cuando sea necesario.
Se han realizado diversas investigaciones donde se ha observado, en sujetos que practican mindfulness, mejor funcionamiento de la memoria de trabajo, que es un tipo de memoria a corto plazo que nos permite manipular y operar con la información durante un periodo tiempo determinado, siendo esencial para el correcto funcionamiento de los procesos cognitivos complejos.
Asimismo, se han obtenido resultados en distintos estudios que apuntan que la conciencia plena ayuda a incrementar el volumen de la materia gris, cuerpos neuronales, de nuestro cerebro, al mismo tiempo que se ha observado también un aumento en el hipocampo, una de las regiones del cerebro más vinculadas con la memoria.
5. Ayuda a proteger al cerebro del daño
Investigaciones realizadas a personas que practican meditación que como ya sabemos es una de las bases del mindfulness, concluyeron que estos individuos mostraban unos telómeros más largos, este es el nombre que recibe la secuencia de nucleótidos que forman los extremos, puntas, de los cromosomas y que tienen la función principal de proteger de posibles daños, relacionándose también con el envejecimiento, el acortamiento telomérico es una de las causas de este proceso.
También se ha observado que esta práctica se vincula con un incremento de la densidad de los axones y de la mielina que los recubren, esta consiste en una capa aislante que permite que la información, el impulso nervioso de la neurona, se transmita mejor y de manera más eficaz a lo largo del axo.
6. Potencia la creatividad
Se ha comprobado un aumento de la creatividad, entendida como la habilidad para crear o dar con nuevas ideas. La reducción del estrés y la mejora de la capacidad de atención y concentración ayudan a potenciar esta capacidad, puesto que si nos sentimos más relajados, tendremos la mente más despejada y con ello mayor facilidad para centrarnos en crear.
Por otro lado, la mejora en la focalización y control de la atención permite permanecer durante más tiempo centrados en una tarea favoreciendo así el ser creativo.
7. Favorece un mayor autoconocimiento
El mindfulness en definitiva es una técnica que nos permite dedicarnos un momento a nosotros, a conectar y ser conscientes de nuestras pensamientos y sentimientos favoreciendo así que nos conozcamos mejor. Saber y afrontar lo que sentimos no siempre es fácil, ya que remueven emociones y pensamientos que te pueden dañar, pero es mejor hacerles frente cuanto antes para evitar situaciones peores.
Conocerte mejor te permite conocer el porqué de tu reacción en distintas situaciones, favoreciendo la resolución de los diferentes problemas que pueden surgir en tu vida y cuál es la mejor manera de encarar los hechos.
8. Mejora las relaciones sociales
Asimismo, beneficios ya presentados como el autoconocimiento, la reducción del estrés o la regulación emocional, es decir, un mejor estado de uno mismo, facilitan también una relación más favorable con los demás. Los sujetos tienen mayor habilidad para expresar cómo se sienten, comunicarse y comprender los sentimientos de los otros, mayor empatía.
9. Desarrollo de la inteligencia emocional
Vinculado con el mayor autoconocimiento y una mayor autoconciencia que genera la práctica del mindfulness, el individuo logra entender, usar y manejar correctamente sus emociones con la finalidad de reducir el estrés, ser más benevolentes y empáticos con uno mismo, así como disminuir los conflictos y hacer frente a los problemas de manera más óptima. De igual modo, la inteligencia emocional también se relaciona con una mejor relación con los demás, aumentando la empatía hacía los otros.
10. Fortalecimiento del cerebro
Como ya vimos en puntos anteriores, el mindfulness favorece el desarrollo cerebral. Se ha observado neuroplasticidad, que consiste en la formación de nuevas conexiones neuronales y neurogénesis, que es la creación de nuevas neuronas. De este modo, se da una reestructuración, un cambio en el cerebro y con ello un nuevo aprendizaje, permitiendo mayor flexibilidad y mejor adaptación.
