La práctica de una vida consciente y plena empieza por vivir el momento presente. Terapias como la Gestalt, la práctica de la meditación o del cada vez más nombrado y conocido mindfulness conceden una importancia esencial a este hecho.
La razón es que, mientras se llevan a cabo, se le da prioridad a todo aquello que sucede en ese momento, dejando fuera de nuestra mente las preocupaciones que nos impidan estar centrados en lo que nos ocupa, y así poder tomar decisiones con mayor claridad o sencillamente conectar con las sensaciones más auténticas de lo que estamos viviendo.
Aunque no seamos conscientes, la realidad es que detrás de muchos momentos de desconcentración, preocupación e incluso malestar, se encuentra nuestra atención puesta en asuntos que pertenecen al pasado o al futuro. De ahí que nuestro principal interés sea mover nuestro foco de atención hacia el momento actual, pues solo así podremos empezar a vivir el presente.
¿Qué implica vivir en el presente?
Aunque parece muy obvio, una cosa es decirlo y otra es ser capaz de llevarlo a cabo. Pero, ¿sabemos realmente qué implica vivir el presente? ¿Cómo podríamos ponerlo en práctica?
A continuación aclararemos algunas posibles dudas que puedan surgir y daremos algunas pautas para ponerlo en práctica de una forma efectiva.
Dicho de una forma sencilla, podríamos decir que se trata de percibir todo lo que sucede aquí y ahora de una forma exclusiva, de vivirlo como algo único que solo tiene lugar en este momento, sin conectarlo a otro momento o experiencia del pasado, ni vincularlo a una posible situación del futuro.
Así, apreciando la experiencia como algo nuevo que toma lugar en nuestra existencia, seremos capaces de prestarle atención a todos los matices que presenta, sin condicionarla erróneamente a otras sensaciones que pudieran estar relacionadas con situaciones anteriores.
Pautas para vivir el presente
¿Te gustaría descubrir cuáles son las claves para poner en práctica esta enriquecedora filosofía de vida? A continuación te comentamos algunas de ellas.
1. Recurre a la relajación
Si percibimos que nos encontramos en un estado de nerviosismo que pueda dificultarnos la concentración, podemos practicar algunos ejercicios para lograr serenarnos. Conseguir enlentecer nuestra respiración, haciéndola más diafragmática y pausada a la par que notamos que nuestros músculos se vuelven menos tensos, será la clave de acceso a ese estado ideal.
Curiosamente, si logramos acceder a este nivel de relajación física, también conseguiremos extender esta sensación hacia nuestra mente, y lograremos así un punto óptimo para conectar con el presente.
2. Gestiona tu tiempo de forma racional
Cuando se hace una valoración de los objetivos y metas que se persiguen puede surgir estrés ante demasiadas tareas que atender hasta alcanzar nuestras expectativas, lo cual impide vivir el presente.
Es fundamental en este caso detenerse un momento para planificar de manera efectiva nuestros quehaceres. Y lo mejor es poder hacerlo valorando cada acción de forma objetiva y priorizar de la manera más racional posible.
3. Evita las rumiaciones
A veces, cuando algo nos preocupa demasiado, nos pasamos el tiempo manteniendo unas ideas recurrentes y creando con ello un círculo vicioso que sólo sirve para aumentar nuestro malestar y distraernos de nuestro objetivo. Son las llamadas rumiaciones, y ser capaz de detectarlas será indispensable para poder lidiar con ellas de forma efectiva.
Una buena manera de desconectarnos de ellas será romper el círculo vicioso tomándonos un pequeño descanso, a ser posible en un entorno positivo y natural.
4. Regula tu autoestima
¿Te has preguntado si en algún momento te esclaviza tu propia autoimagen? Puede ser una buena reflexión la de descubrir si nuestras exigencias autoimpuestas son las que constantemente boicotean nuestro bienestar.
Si en nuestro día a día hay situaciones que desarrollamos y en nuestro nivel de exigencia aparece un estado de malestar, puede deberse a que estamos continuamente aspirando a un modelo de referencia demasiado alejado de nuestras posibilidades actuales. Conocernos bien y aprender a aceptar nuestras particularidades puede ayudarnos en este sentido.
De lo contrario, cada momento que pase estaremos depositando nuestra atención en aspectos secundarios que nos alejan de la experiencia auténtica de vivir el presente.
5. Descubre el Mindfulness
En la actualidad contamos con esta técnica para poder llevar al terreno práctico el hecho de conectar con nuestros objetivos al vivir el momento.
No se trata de una moda aunque cada vez se escuche más este término de forma coloquial, sino de una verdadera herramienta con la que aprender a conectar con el ahora.
En la búsqueda de vivir el presente una de las claves es recurrir a la llamada atención plena, para lo cual buscamos manejar el foco de nuestra atención para evitar pensamientos nocivos que nos distraigan de lo que nos interesa realmente.
Para conocer más en profundidad en qué consiste y cómo llevarlo a la práctica, puedes leer este artículo sobre Mindfulness.
6. Practica ejercicio
Una manera sencilla de centrarnos en el presente es el deporte. Puesto que tenemos que concentrarnos en la manera correcta de llevarlo a cabo y poner atención en el esfuerzo que nos requiere, solo el hecho de comenzar a practicarlo nos conseguirá desconectar de forma natural de todo aquello que nos preocupe y conectarnos con la vivencia de ese momento.
Además, contaremos con un aliciente más para utilizar este recurso; las endorfinas.
Cuando practicamos ejercicio físico, nuestro cuerpo nos premia con otro beneficio más y es derivado de la secreción de este neurotransmisor, que nos proporcionará alivio ante posibles dolencias y bienestar tanto físico como mental.
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