El himen es una membrana que se encuentra recubriendo la apertura vaginal. Se trata de una estructura que culturalmente se ha relacionado con la virginidad y con las primeras relaciones sexuales. Sin embargo, como veremos, el himen puede romperse antes; en accidentes, con la masturbación, etc.
En este artículo conoceremos qué características tiene esta estructura a nivel anatómico y morfológico. Además, explicaremos los diferentes tipos de himen que existen, qué ocurre cuando se rompe y qué funciones tiene dicha membrana.
¿Qué es el himen?
El himen consiste en una membrana fina, frágil y flexible que cierra el orificio superficial de la vagina; además, tiene unas pequeñas aberturas u orificios que permiten que se produzca el paso de la regla o menstruación (así como de otras secreciones vaginales). Esta membrana, en forma de corola, lo que hace es separar la vulva de la cavidad vaginal.
La mayoría de las mujeres tenemos himen desde que nacemos; de hecho, el himen se forma antes del nacimiento.
Generalmente, el himen no está del todo cerrado (aunque cada mujer presenta sus propias características en cuanto a tamaño y forma del himen). Además, hay mujeres que lo tienen completamente cerrado hasta la primera menstruación.
En estos casos, pueden aparecer complicaciones (por ejemplo dolores muy grandes de regla), y en casos extremos, requerirse una intervención quirúrgica para abrir el himen.
Rotura del himen
Generalmente (y culturalmente) asociamos “rotura del himen” con “primera relación sexual” o “dejar de ser virgen”. Sin embargo, el himen se puede romper antes (por ejemplo con el uso de tampones, en exámenes médicos, con la masturbación, en accidentes, en determinadas actividades físicas o deportivas, etc.).
Esto es así porque, aunque es una estructura elástica, se trata de una membrana muy fina y frágil, fácil de quebrarse. Sí que es verdad, pero, que en la mayoría de los casos, el himen se rompe durante la primera relación sexual con penetración.
Cuando se rompe el himen, esto suele provocar un leve dolor en la mujer (incluso puede sangrar), aunque no siempre ocurre así, ya que cada mujer es un mundo. Cuanto más gruesa sea la membrana, más probabilidades hay de que cause cierto dolor.
En el caso de que nuestro himen sea tan grueso o duro que no se rompa “de forma natural”, deberemos acudir a una pequeña intervención quirúrgica. Esta intervención recibe el nombre de “himenotomía” (se trata de realizar una pequeña incisión en el himen).
Por otro lado, si la zona clitoriana y vaginal están suficientemente lubricadas, es más probable que el dolor de la rotura del himen en el momento de la penetración duela menos.
Anatomía y morfología
A nivel anatómico, el himen forma parte de la vulva (genitales exteriores). Su estructura es similar a la de la vagina.
Concretamente, la vulva de la mujer engloba sus órganos sexuales primarios externos. Estos están formados por: el monte de Venus, los labios mayores externos, los labios menores internos, el clítoris y el vestíbulo vulvar. Desde este vestíbulo encontramos las salidas de otras estructuras: la uretras, las glándulas vestibulares y la vagina.
Como veremos, la morfología del himen puede ser diversa; así, existen diferentes tipos de himen. Además, su forma puede variar con la edad y con ciertos cambios hormonales (por ejemplo variaciones en el nivel de estrógenos).
Cuando nacemos, el tejido himeneal va reduciéndose progresivamente (al reducirse los niveles de estrógenos). Cuando las niñas tienen un año de vida, dicho tejido persiste en un 42% de los casos. Con el paso del tiempo, su forma va cambiando, aunque no de forma sustancial.

Tipos
Cada cuerpo de mujer es distinto, y de igual forma ocurre con el himen. Cada uno es diferente. Aún así, existen diferentes tipos de himen. Los considerados “normales” (los más frecuentes) y los atípicos (menos frecuentes).
1. Hímenes normales
Los hímenes “normales” son los más habituales, y a su vez pueden ser de cuatro tipos diferentes:
1.1. Himen anular
El himen anular es el más común de todos. En este caso, el orificio del himen se sitúa en su centro, y además, está rodeado por una membrana de anchura similar.
1.2. Himen labial
En el himen labial, encontramos una especie de hueco alargado en su línea media. Incluye también una pequeña ranura (obertura), ya sea vertical u horizontal. Además, también encontramos la membrana que tenía el tipo anterior, en este caso en forma de labios (de ahí su nombre).
1.3. Himen semilunar
Finalmente, el himen semilunar tiene la característica de que su orificio se localiza en la parte superior del himen (contra la pared de la vagina). Además, la membrana que lo recubre tiene forma de medialuna (de ahí su nombre).
1.4. Himen franjeado
Este himen presenta diversas perforaciones en su superficie, que son pequeñas.
2. Hímenes atípicos
Los hímenes atípicos son, como su propio nombre indica, menos habituales. En este caso, dentro de ellos encontramos aún más variedad (hasta 6 subtipos más):
2.1. Himen biperforado
En este caso el himen tiene un tabique que divide el orificio en dos mitades.
2.2. Imperforado
Este himen no tiene orificio. En este caso será necesaria una intervención quirúrgica. El himen imperforado se da en un 0,1% de los recién nacidos.
2.3. Hipertrofiado
Se trata de hímenes más grandes de lo normal.
2.4. Himen triofoliado
Este himen tiene tres pliegues.
2.5. Himen multifoliado
El himen multifoliado presenta varios pliegues (más de tres).
2.6. Himen coraliforme
Tiene una forma similar a la de los pétalos de una flor, ya que presenta una conjunto de prolongaciones con dicha forma.
3. Otros tipos de hímenes
Por otro lado, encontramos dos tipos más de hímenes, no clasificables en los apartados anteriores:
3.1. Himen flexible
Se trata de un himen especialmente flexible y dilatable. Su orificio es mayor de lo habitual. Es un himen particular ya que en este caso, la mujer puede recibir una penetración, o incluso introducir los dedos, y el himen no se rompe. El himen flexible puede modificar su tamaño y posteriormente volver a su posición inicial.
3.2. Himen con el orificio dilatado
En este caso, el orificio también es más grande de lo habitual (su diámetro es más grande), pero su membrana se mantiene firme e íntegra. Puede originarse o aparecer por dos motivos: por una malformación congénita (causa congénita) o por una dilatación prolongada (con el paso del tiempo) (causa adquirida).
Funciones
La principal función del himen es recubrir la abertura de la vagina. Su orificio, además, permite que la menstruación siga su ciclo (es decir, permite su paso), así como el de otras secreciones vaginales.
El himen, además, tiene la función de separar la vulva de la cavidad vaginal. Más allá de lo comentado, en realidad anatómicamente el himen no cumple ninguna otra función específica.
Referencias bibliográficas
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