Anhedonia: causas, síntomas y tratamiento

La anhedonia es un síntoma que va mucho más allá de la falta de ganas de hacer cosas. Se trata de un criterio diferencial para diagnosticar el trastorno depresivo mayor.

Anhedonia

Según la Confederación de Salud Mental de España, 1 de cada 4 personas tendrá un trastorno mental a lo largo de su vida. El 12,5% de todos los problemas de salud mundiales se reparten en desajustes psicológicos pero, aún así, del 30 al 50% de los pacientes no buscan ayuda por miedo, sensación de vulnerabilidad, imposiciones sociales y otras muchas cosas más.

Las cifras brindadas por esta entidad van más allá, pues se calcula que 450 millones de personas en el mundo se ven afectadas por un problema de salud mental, que dificulta gravemente su vida. Al ritmo sintomatológico al que vamos como sociedad, se estima que los trastornos mentales serán la primera causa de discapacidad mundial para el año 2030.

Con estos datos, no pretendemos asustar a nadie ni pintar un futuro desastroso, sino evidenciar la importancia de los trastornos mentales a nivel global y hacer especial hincapié en que, en todo caso, un síntoma emocional debe de tratarse con la misma seriedad que uno físico. Una vez hemos asentado esta idea tan esencial, te presentamos las características de la anhedonia, un componente vital para comprender los trastornos depresivos. No te lo pierdas.

¿Qué es la anhedonia?

La revista médica Dialogues in Clinical Neuroscience define la anhedonia como la habilidad reducida para sentir placer. Además de la falta de placer, también se presenta en forma de reducción de motivación, pérdida de anticipación placentera (querer algo), reducción de la búsqueda de actividades que generan placer y problemas a la hora de desarrollar los circuitos de aprendizaje reforzado.

La anhedonia es uno de los pilares claves de la depresión, ya que ocurre en aproximadamente el 70% de las personas con un trastorno depresivo mayor (MDD, por sus siglas en inglés Major Depressive Disorder). Además, también forma parte de los síntomas negativos de la esquizofrenia, junto con la falta de energía e interés (abulia-apatía), empobrecimiento del pensamiento y la cognición (alogia) y un marcado aplanamiento afectivo.

Este pilar de la depresión es un síntoma multifacético que incluye déficit a la hora de percibir el placer, reducción del comportamiento motivado relacionado con el enfoque y / o deterioro del aprendizaje sobre las recompensas en el entorno. Desde un punto de vista clínico, la anhedonia se puede explicar por fallos a nivel neuronal. Veamos a qué se debe.

Las bases neurológicas de la anhedonia

Existen evidencias científicas de sobra que vinculan la relación de la dopamina con el circuito de la recompensa, un conjunto de mecanismos interrelacionados en la región del encéfalo que nos permiten asociar ciertas sensaciones a una situación de placer. En animales de laboratorio (y humanos), la dopamina se libera en actividades tales como el consumo y búsqueda de comida, el sexo y la administración y consumo de drogas.

La dopamina se libera en las neuronas del núcleo accumbens (encéfalo), pero estas son a su vez estimuladas por las hormonas dopaminérgicas del área tegmental ventral (ATV). Cuanto más se expone al circuito dopaminérgico a una sustancia, más difícil es que estos grupos neuronales se vean estimulados y liberen dopamina, de ahí los mecanismos de la adicción de sustancias. Se estima, hasta cierto punto, que una dosis de heroína incrementa por 200 los niveles de dopamina circulante en este circuito en modelos experimentales.

Como la dopamina juega un papel esencial en el bienestar inmediato, se ha postulado que la anhedonia podría deberse a alteraciones en las vías dopaminérgicas mesolímbicas y sus campos terminales, como son la amígdala y la corteza prefrontal, entre otras estructuras. Los receptores dopaminérgicos, receptores de glutamato y la serotonina (un neurotransmisor muy importante) también pueden modular la respuesta de recompensa y, por tanto, explicar (en parte) los mecanismos neurológicos de la anhedonia.

Qué es anhedonia

La anhedonia y la depresión

Como hemos dicho, hasta 7 de cada 10 personas con un trastorno depresivo mayor tienen anhedonia, aunque una persona también puede presentar este síntoma sin sufrir depresión, sea esta esquizofrénica o no. De todas formas, al tratarse de una de las bases de la depresión, un paciente puede ser diagnosticado con un trastorno depresivo con base en la anhedonia y unos pocos signos clínicos más.

El Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-5), publicado y actualizado por la Asociación Estadounidense de Psicología en el año 2013, nos muestra los signos clínicos de un trastorno depresivo mayor. Para que esta entidad sea tal, el individuo debe presentar 5 o más síntomas de los citados, con uno de los dos cores incluidos:

  • Core I: estado de ánimo deprimido durante todo el día, casi todos los días.
  • Core II: una marcada disminución en la experiencia de placer en todas (o casi todas) las actividades, durante casi todo el día y casi todos los días. Esto es la anhedonia.
  • Pérdida de peso significativa cuando no se busca o ganancia de peso atípica. Incremento o disminución del apetito casi todos los días, durante casi todo el día.
  • Una desaceleración del pensamiento y una reducción del movimiento físico. Este signo clínico debe ser observable por terceros, no solo por el paciente.
  • Fatiga y pérdida de energía presente casi todos los días.
  • Sentimiento de no servir para nada o sensaciones de culpabilidad prácticamente constantes.
  • Pensamientos recurrentes de muerte, maquinación suicida recurrente sin un plan específico e, incluso, un intento de suicidio o el desarrollo de un plan específico para cometer suicidio.

Como puedes observar, la anhedonia es importantísima para detectar el trastorno depresivo mayor. Si un paciente presenta este síntoma core y otros 4 más, puede ser diagnosticado con depresión, a pesar de no presentar un estado deprimido de ánimo durante gran parte del día y de forma repetida (depressive mood). Desde luego, resulta paradójico e interesante conocer estos criterios. Además, cabe destacar que existen dos ramas que se escinden del complejo principal de la anhedonia, con temáticas bastante dispares. Te las contamos de forma sencilla.

1. La anhedonia sexual

Curiosamente, la anhedonia también se puede percibir en el ámbito sexual, pero no tiene por qué estar relacionada con otros frentes emocionales. La anhedonia sexual se experimenta cuando la persona es consciente de que tiene un orgasmo (es decir, llega al clímax en el acto sexual, a diferencia de otros trastornos sexuales), pero no es capaz de percibir la sensación de euforia y bienestar que este acto suele reportar.

Esta condición, más allá de la depresión, se puede deber a niveles bajos de testosterona, un daño en la espina dorsal, esclerosis múltiple, el uso de antidepresivos (SSRIs), el consumo de antipsicóticos, fatiga o una enfermedad física. La anhedonia sexual es mucho más común en hombres, pero las mujeres también pueden sufrirla.

2. La anhedonia social

La anhedonia social se define como un claro desinterés a la hora de buscar contacto con otras personas, pero también como una falta de placer al desarrollar actividades que involucren a otros individuos. No hay que confundir esta condición con la introversión, pues a diferencia de ella, en este cuadro patológico la persona es incapaz de recibir placer del intercambio social (no es que le cueste más que al resto).

Algunos de los síntomas de anhedonia social son los siguientes:

  • Habilidades reducidas en el ámbito de sentir placer interpersonal.
  • Retiro social y aislamiento.
  • Capacidad reducida para la interacción y contacto social.
  • Falta de amigos y de contactos cercanos. La fortaleza de las relaciones ya establecidas es muy débil.
  • Estados de ánimo depresivos, entre otros.

La anhedonia social es otro de los pilares básicos de la depresión y de la esquizofrenia. También se suele presentar junto a la ansiedad social: aunque no son lo mismo, en algunos pacientes ambas van de la mano.

Anhedonia depresión

Resumen

Como habrás podido comprobar, la anhedonia es un síntoma clínico de una patología subyacente, ya sea esta un trastorno depresivo mayor, esquizofrenia u otra condición relacionada. Por otro lado, la anhedonia sexual no tiene por qué ir ligada a un trastorno psicológico y, en su defecto, surgir a causa del consumo de ciertos fármacos o por lesiones físicas.

En resumen, todos los tipos de anhedonia convergen en un punto común: la imposibilidad para sentir placer de un modo u otro. Si sientes que las actividades que antes te gustaban ahora son inocuas y que no eres capaz de mostrar ansias y alegría en ninguna de sus facetas, lo mejor es que acudas a un psicólogo con presteza. La depresión se manifiesta de muchas formas, y la anhedonia es una de ellas.

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