Con el paso del tiempo, las personas han encontrados formas ingeniosas, llamativas y muy inspiradoras de demostrar amor hacia sus seres queridos y es que este es quizás el mayor sentimiento que mueve al mundo, convirtiéndose en una fuente de creación para los artistas, escritores o poetas que nos dejan sus creencias y experiencias en su camino propio del amor.
Algunas veces siendo un romance de cuento, otras veces un amargo encuentro o una canción de melancolía, ya que el amor nunca es completamente color de rosa, como sentimiento humano, está lleno de matices alegres y tristes.
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Como es un sentimiento tan complejo, no es de extrañar que haya sido, sea y será el tema principal para miles de historias alrededor del globo terrestre, pero aún así sigue siendo el sentimiento más anhelado por todos en el mundo, después de todo ¿quién no quiere ser amado? ¿quién no quiere encontrar al amor de su vida?
Los poemas son los lugares en donde más encontraremos palabras dedicadas al amor y no está de más que nos demos un paseo por los versos más románticos y melancólicos de la historia para inspirarnos o encontrar la motivación para expresar lo que sentimos. Por eso, en este artículo te mostraremos los mejores poemas cortos de amor que en definitiva deberías leer.
25 poemas de amor cortos más leídos de todos los tiempos
En este listado podrás encontrar fragmentos realmente cortos, como versos sencillos pero llenos de mucha emoción.
1. Si me quieres, quiéreme entera (Dulce María Loynaz)
Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca, y gris, verde, y rubia,
y morena…
Quiéreme día,
quiéreme noche…
¡Y madrugada en la ventana abierta!…
Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda… O no me quieras!
- Un gran poema de amor que nos recuerda la importancia de que nuestra pareja nos acepte tal como somos y nos ayude a crecer.
2. Rima XXIII (Gustavo Adolfo Bécquer)
Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso… ¡Yo no sé
qué te diera por un beso!
- ¿Qué darías por tener el beso de la persona que amas? A veces hay que arriesgarse para tener ese final feliz.
3. El desvío (Pablo Neruda)
Si tu pie se desvía de nuevo
será cortado.
Si tu mano te lleva a otro camino,
se caerá podrida.
Si me apartas de tu vida,
morirás aunque vivas.
Seguirás muerta o sombra,
andando sin mí por la tierra.
- Un poema romántico y duro que habla de recalcar nuestra presencia en la vida de la otra persona.
4. ¿Deseas que te amen? (Edgar Allan Poe)
¿Deseas que te amen? No pierdas, pues,
el rumbo de tu corazón.
Solo aquello que eres has de ser
y aquello que no eres, no.
Así, en el mundo, tu modo sutil,
tu gracia, tu bellísimo ser,
serán objeto de elogio sin fin
y el amor… un sencillo deber.
- Para que alguien más nos ame, debemos mostrarnos como somos en realidad, ya que nuestra esencia real es lo que logra enamorar por siempre, en lugar de lo superficial que encanta por un momento efímero.
5. Dos cuerpos (Octavio Paz)
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.
Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.
- Un hermoso poema sobre el impacto que tiene estar con la persona amada y esa química intensa y electrizante que abunda en ambos.
6. Esclava mía (Pablo Neruda)
Esclava mía, témeme. Ámame. Esclava mía!
Soy contigo el ocaso más vasto de mi cielo,
y en él despunta mi alma como una estrella fría.
Cuando de ti se alejan vuelven a mí mis pasos.
Mi propio latigazo cae sobre mi vida.
Eres lo que está dentro de mí y está lejano.
Huyendo como un coro de nieblas perseguidas.
Junto a mí, pero ¿dónde? Lejos, lo que está lejos.
Y lo que estando lejos bajo mis pies camina.
El eco de la voz más allá del silencio.
Y lo que en mi alma crece como el musgo en las ruinas.
- Pablo Neruda nos muestra en estos versos el impacto de una persona dentro de nosotros, al punto de que podemos sentir su ausencia o su dolor por nuestros actos.
7. Cada canción (Federico García Lorca)
Cada canción es un remanso del amor.
Cada lucero, un remanso del tiempo. Un nudo del tiempo.
Y cada suspiro un remanso del grito.
- ¿Puedes sentir a la persona que amas en cada lugar al que vas? ¿en cada recuerdo compartido? Pues esa es la afirmación de este poema.
8. Ausente (César Vallejo)
¡Ausente! La mañana en que me vaya
más lejos de lo lejos, al Misterio,
como siguiendo inevitable raya,
tus pies resbalarán al cementerio.
¡Ausente! La mañana en que a la playa
del mar de sombra y del callado imperio,
como un pájaro lúgubre me vaya,
será el blanco panteón tu cautiverio.
Se habrá hecho de noche en tus miradas;
y sufrirás, y tomarás entonces
penitentes blancuras laceradas.
¡Ausente! Y en tus propios sufrimientos
ha de cruzar entre un llorar de bronces
una jauría de remordimientos!
- El remordimiento de una ruptura puede quedarse presente en el corazón de las personas por mucho tiempo, cuando se siente la ausencia de la persona una vez amada.
9. Me tienes en tus manos (Jaime Sabines)
Me tienes en tus manos
y me lees lo mismo que un libro.
Sabes lo que yo ignoro
y me dices las cosas que no me digo.
Me aprendo en ti más que en mi mismo.
Eres como un milagro de todas horas,
como un dolor sin sitio.
Si no fueras mujer fueras mi amigo.
A veces quiero hablarte de mujeres
que a un lado tuyo persigo.
Eres como el perdón
y yo soy como tu hijo.
¿Qué buenos ojos tienes cuando estás conmigo?
¡Qué distante te haces y qué ausente
cuando a la soledad te sacrifico!
Dulce como tu nombre, como un higo,
me esperas en tu amor hasta que arribo.
Tú eres como mi casa,
eres como mi muerte, amor mío.
- Un poema que nos deja con el impacto a carne viva de lo que una persona puede convertirse para nosotros cuando compartimos con esta.
10. Contigo (Luis Cernuda)
¿Mi tierra?
Mi tierra eres tú.
¿Mi gente?
Mi gente eres tú.
El destierro y la muerte
para mi están adonde
no estés tú.
¿Y mi vida?
Dime, mi vida,
¿qué es, si no eres tú?
- Eso de que una persona se convierte en el mundo absoluto de otra no está por completo erróneo. Ya que cuando amamos a alguien, solo queremos refugiarnos en ella.
11. Tu nombre (Jaime Sabines)
Trato de escribir en la oscuridad tu nombre.
Trato de escribir que te amo.
Trato de decir a oscuras todo esto.
No quiero que nadie se entere,
que nadie me mire a las tres de la mañana
paseando de un lado a otro de la estancia,
loco, lleno de ti, enamorado.
Iluminado, ciego, lleno de ti, derramándote.
Digo tu nombre con todo el silencio de la noche,
lo grita mi corazón amordazado.
Repito tu nombre, vuelvo a decirlo,
lo digo incansablemente,
y estoy seguro que habrá de amanecer.
- Este poema nos llena de las emociones intensas que se sienten al estar enamorado, desde la incertidumbre hasta la alegría de tener una esperanza real.
12. Amor (Salvador Novo)
Amar es este tímido silencio
cerca de ti, sin que lo sepas,
y recordar tu voz cuando te marchas
y sentir el calor de tu saludo.
Amar es aguardarte
como si fueras parte del ocaso,
ni antes ni después, para que estemos solos
entre los juegos y los cuentos
sobre la tierra seca.
Amar es percibir, cuando te ausentas,
tu perfume en el aire que respiro,
y contemplar la estrella en que te alejas
cuando cierro la puerta de la noche.
- Amar no es solo estar con una persona todo el tiempo, sino apreciar y añorar su ausencia, así como el significado que tiene en nuestra vida.
13. Agua Mujer (Juan Ramón Jiménez)
¿Qué me copiaste en ti,
que cuando falta en mí
la imagen de la cima,
corro a mirarme en ti?
Corto pero muy intenso, que demuestra que las personas amadas se llevan una gran parte de nosotros con ellas para pertenecerles ahora.
14. Ese beso (Claribel Alegría)
Ese beso de ayer
me abrió la puerta
y todos los recuerdos
que yo creí fantasmas
se levantaron tercos
a morderme.
- Un interesante poema que nos habla de volver a enamorarnos y exponernos de nuevo a todos esos sentimientos que pensamos no volver a experimentar.
15. Y el pan nuestro (Juan Carlos Onetti)
Sólo conozco de ti
la sonrisa gioconda
con labios separados
el misterio
mi terca obsesión
de desvelarlo
y avanzar porfiado
y sorprendido
tanteando tu pasado
Sólo conozco
la dulce leche de tus dientes
la leche plácida y burlona
que me separa
y para siempre
del paraíso imaginado
del imposible mañana
de paz y dicha silenciosa
de abrigo y pan compartido
de algún objeto cotidiano
que yo pudiera llamar
nuestro.
- Ese sentimiento intenso de querer desnudar a la persona que queremos en todos los sentidos, no solo para conocer su persona sino también su alma.
16. Quien alumbra (Alejandra Pizarnik)
Cuando me miras
mis ojos son llaves,
el muro tiene secretos,
mi temor palabras, poemas.
Sólo tú haces de mi memoria,
una viajera fascinada,
un fuego incesante.
- Este hermoso poema nos muestra que, aunque podamos tener una coraza frente a los demás, siempre existirá alguien que derribe nuestros muros.
17. Táctica y estrategia (Mario Benedetti)
Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos
mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo
ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos
mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
mi estrategia es
en cambio
más profunda y más simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo
ni sé
con qué pretexto
por fin
me necesites.
- La mejor estrategia que podemos tener para ganarnos el corazón de alguien es enredarnos en su ser, a través de la comprensión, la colaboración y el apoyo incondicional.
18. Como si cada beso (Fernando Pessoa)
Como si cada beso
Fuera de despedida,
Cloé mía, besémonos, amando.
Tal vez ya nos toque
En el hombro la mano que llama
A la barca que no viene sino vacía;
Y que en el mismo haz
Ata lo que fuimos mutuamente
Y la ajena suma universal de la vida.
- Una interesante metáfora acerca de amar sin restricciones y sin dudas, ya que la vida es corta y solo avanza, nunca podemos retroceder.
19. Dame la mano (Gabriela Mistral)
Dame la mano y danzaremos;
dame la mano y me amarás.
Como una sola flor seremos,
como una flor, y nada más...
El mismo verso cantaremos,
al mismo paso bailarás.
Como una espiga ondularemos,
como una espiga, y nada más.
Te llamas Rosa y yo Esperanza;
pero tu nombre olvidarás,
porque seremos una danza.
- Cuando dos personas se unen, aunque mantengan su individualidad es imposible no conectarse en un sentido más profundo, creando una unidad llena de amor.
20. Mía (Rubén Darío)
Mía: así te llamas.
¿Qué más armonía?
Mía: luz del día;
mía: rosas, llamas.
¡Qué aroma derramas
en el alma mía
si sé que me amas!
¡Oh Mía! ¡Oh Mía!
Tu sexo fundiste
con mi sexo fuerte,
fundiendo dos bronces.
Yo triste, tú triste…
¿No has de ser entonces
mía hasta la muerte?
- Versos románticos que hablan del sentido de pertenencia que es inevitable crear estando en pareja, porque ambos comparten distintas experiencias juntos.
21. Desvelada (Gabriela Mistral)
Como soy reina y fui mendiga,
ahora vivo en puro temblor de que me dejes,
y te pregunto, pálida, a cada hora:
«¿Estás conmigo aún? ¡Ay, no te alejes!»
Quisiera hacer las marchas sonriendo
y confiando ahora que has venido;
pero hasta en el dormir estoy temiendo
y pregunto entre sueños: «¿No te has ido?»
- No todo en el amor es de color rosa, pues existen aquellos amores desesperados e inestables que nos pueden hacer sentir inseguros, incluso estando en brazos de esa persona.
22. Despedida (Jorge Luis Borges)
Entre mi amor y yo han de levantarse
trescientas noches como trescientas paredes
y el mar será una magia entre nosotros.
No habrá sino recuerdos.
Oh tardes merecidas por la pena,
noches esperanzadas de mirarte,
campos de mi camino, firmamento
que estoy viendo y perdiendo…
Definitiva como un mármol
entristecerá tu ausencia otras tardes.
- Aquí podemos apreciar la melancolía de una separación, de que todo alrededor se distorsiona y solo permanece la ausencia de esa persona amada.
23. Diamante (Giovanni Quessep)
Si pudiera yo darte
La luz que no se ve
En un azul profundo
De peces. Si pudiera
Darte una manzana
Sin el edén perdido,
Un girasol sin pétalos
Ni brújula de luz
que se elevara, ebrio,
al cielo de la tarde;
y esta página en blanco
que pudieras leer
como se lee el más claro
jeroglífico. Si
pudiera darte, como
se canta en bellos versos,
unas alas sin pájaro,
siempre un vuelo sin alas,
mi escritura sería,
quizá como el diamante,
piedra de luz sin llama,
paraíso perpetuo.
- Cuando estamos con alguien queremos darle todo, lo posible e imposible si se pudiera. Porque esa persona lo vale todo y queremos que lo sepa.
24. Ausencia de amor (Juan Gelman)
Cómo será pregunto
Cómo será tocarte a mi costado.
Ando de loco por el aire
que ando que no ando.
Cómo será acostarme
en tu país de pechos tan lejano.
Ando de pobrecristo a tu recuerdo
clavado, reclavado.
Será ya como sea.
Tal vez me estalle en el cuerpo todo
lo que he esperado
Me comerás entonces dulcemente pedazo por pedazo.
Seré lo que debiera.
Tu pie. Tu mano.
- Un poema melancólico y romántico que nos muestra las ilusiones que a veces nos hacemos con alguien, por querer saber cómo será estar con esta.
25. Sin llave (Ángela Figuera Aymerich)
Me tienes y soy tuya. Tan cerca uno del otro
como la carne de los huesos.
Tan cerca uno del otro
y, a menudo, ¡tan lejos!...
Tú me dices a veces que me encuentras cerrada,
como de piedra dura, como envuelta en secretos,
impasible, remota... Y tú quisieras tuya
la llave del misterio...
Si no la tiene nadie... No hay llave. Ni yo misma,
¡ni yo misma la tengo!
- Un poema que habla de la importancia de dejarnos querer, dejarnos conocer, porque está bien mostrar nuestras vulnerabilidades de vez en cuando a alguien vale la mena.