Alguna vez nos hemos identificado con algún poema con el cual sentimos que refleja a la perfección nuestra situación actual, el momento que estamos atravesando o los sentimientos que desbordan en nuestra mente.
Las palabras entremezcladas en versos que te llevan un mensaje pueden ser interpretados según tu propio criterio, pero con los poemas tristes, sabemos que cada letra se clavará con profundidad en nuestro corazón ya que son con los que mejor podemos identificarnos, curioso, ¿no te parece?
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Inspirados en las emociones de desasosiego y melancolía que adornan algunos de los poemas más conocidos del mundo, traemos en el siguiente artículo una lista con los poemas tristes más famosos y el mensaje que dejan. ¿Cuál es tu poeta favorito? ¿crees que podrás encontrarlo en este listado?
35 poemas tristes que hablan sobre el amor y el dolor
Las grandes obras poéticas reflejan no solo las emociones que experimentaron esas personas, sino que muestran una gran afinidad con el estado de muchas almas.
A continuación te dejamos con nuestra selección de poemas tristes que nos hablan sobre la vida, el amor, el desengaño y el dolor.
1. Ars Magna (Leopoldo María Panero)
Qué es la magia, preguntas
en una habitación a oscuras.
Qué es la nada, preguntas,
saliendo de la habitación.
Y qué es un hombre saliendo de la nada,
y volviendo solo a la habitación.
- Un reflejo claro, personal y muy oscuro acerca de la soledad. Pero en todo caso ¿qué es la nada? ¿qué es para ti estar solo? Una increíble reflexión acerca de nuestra existencia en el mundo que en algún punto todos nos preguntamos.
2. Vuela la noche antigua de erecciones (Rafael Alberti)
Vuela la noche antigua de erecciones,
Muertas, como las manos, a la aurora.
Un clavel prolongado desmejora,
Hasta empalidecerlos, los limones.
Contra lo oscuro cimbran esquilones,
Y émbolos de una azul desnatadora
Mueven entre la sangre batidora
Un vertido rodar de cangilones.
Cuando el cielo se arranca su armadura
Y en un errante nido de basura
Le grita un ojo al sol recién abierto.
Futuro en las entrañas sueña el trigo,
Llamando al hombre para ser testigo...
Mas ya el hombre a su lado duerme muerto.
- ¿Qué tan amarga puede ser una separación? Pues es claro en este poema, es tan amargo que todo a nuestro alrededor se desfigura, los placeres ya no se disfrutan y ya nada parece valer la pena. Sin duda, una gran obra que muestra la tristeza en su sentido más realista.
3. Despedida (Jorge Luis Borges)
Entre mi amor y yo han de levantarse
trescientas noches como trescientas paredes
y el mar será una magia entre nosotros.
No habrá sino recuerdos.
Oh tarde merecidas por la pena,
noches esperanzadas de mirarte,
campos de mi camino, firmamento
que estoy viendo y perdiendo…
Definitiva como un mármol
entristecerá tu ausencia otras tardes.
- El maestro Jorge Luis Borges, nos maravilla con una versión muy melancólica acerca de las despedidas a personas que son especiales para nosotros pero que, lamentablemente ya no estarán más a nuestro lado. Expresando ese vacío que se instala en el corazón y parece hacer eco con cada recuerdo que nos deja esa persona.
4. Tú, que nunca serás (Alfonsina Storni)
Sábado fue, y capricho el beso dado,
capricho de varón, audaz y fino,
mas fue dulce el capricho masculino
a este mi corazón, lobezno alado.
No es que crea, no creo, si inclinado
sobre mis manos te sentí divino,
y me embriagué. Comprendo que este vino
no es para mí, mas juega y rueda el dado.
Yo soy esa mujer que vive alerta,
tú el tremendo varón que se despierta
en un torrente que se ensancha en río
y más se encrespa mientras corre y poda.
Ah, me resisto, más me tiene toda,
tú, que nunca serás del todo mío.
- ¿Alguna vez has estado en una relación intermitente? De esas que te llenan de emoción pero que cuando se termina cada encuentro te deja una sensación de desagrado que va aumentando más y más. Pues este poema refleja todo ello, así como el reconocimiento de que nunca será un amor correspondido por completo.
5. Casa Abierta (Theodore Roethke)
Mis secretos gritan fuerte.
No tengo necesidad de lengua.
Mi corazón ofrece hospitalidad,
Mis puertas se abren libremente.
Una épica de los ojos
Mi amor, sin ningún disfraz.
Mis verdades están todas previstas,
Esta angustia revelada a sí misma.
Estoy desnudo hasta los huesos,
Con la desnudez me escudo.
Lo que uso es el mí mismo:
Conservo sobrio el espíritu.
La ira permanecerá,
Los actos dirán la verdad
En lenguaje exacto y puro
Detengo la engañadora boca:
La furia reduce mi más claro grito
A una agonía tonta.
- Darle la bienvenida a la tristeza es algo que debemos aceptar en nuestro corazones, ya que no podemos huir de ella. Encontraremos a personas honestas que nos llenen de felicidad y personas que nos hagan sentir decaídos, así como momentos que nos quiten las motivaciones. Pero debemos seguir adelante y nunca cerrar nuestras puertas.
6. Silencio (Octavio Paz)
Así como del fondo de la música
brota una nota
Que mientras vibra crece y se adelgaza
Hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio,
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.
- Uno de los mayores actos que nos causan tristeza es el silencio, silencio de las personas y la falta de expresión emocional propia. El no poder decir lo que llevamos dentro, es tan desgarrador como una herida.
7. ¡Oh, sí! (Charles Bukowski)
Hay cosas peores
que estar solo
pero a menudo toma décadas
darse cuenta de ello
y más a menudo
cuando esto ocurre
es demasiado tarde
y no hay nada peor
que
un demasiado tarde.
- Los años pasan rápidos y muchas veces sin que los podamos notar, pero lo que más nos pesa no es el tiempo que ya no volverá, sino que todo ese tiempo hemos estado solos. ¿Podemos comenzar de nuevo?
8. Tristezas de la luna (Charles Baudelaire)
Esta noche la luna sueña con más pereza,
Cual si fuera una bella hundida entre cojines
Que acaricia con mano discreta y ligerísima,
Antes de adormecerse, el contorno del seno.
Sobre el dorso de seda de deslizantes nubes,
Moribunda, se entrega a prolongados éxtasis,
Y pasea su mirada sobre visiones blancas,
Que ascienden al azul igual que floraciones.
Cuando sobre este globo, con languidez ociosa,
Ella deja rodar una furtiva lágrima,
Un piadoso poeta, enemigo del sueño,
De su mano en el hueco, coge la fría gota
como un fragmento de ópalo de irisados reflejos.
Y la guarda en su pecho, lejos del sol voraz.
- Un hermoso poema que nos habla sobre que, los sentimientos más oscuros surgen siempre de noche, cuando nuestra única compañera es la luna y solo ella es capaz de ver la trsiteza en los corazones, porque puede verla en todos a quienes alumbra.
9. Mañana lenta (Dámaso Alonso)
Mañana lenta,
cielo azul,
campo verde,
tierra vinariega.
Y tú, mañana, que me llevas.
carreta
demasiado lenta,
carreta demasiado llena
de mi hierba nueva,
temblorosa y fresca,
que ha de llegar —sin darme cuenta—
seca.
- Así como todo lo que florece en el mundo tiene que marchitarse, la vida es una sucesión de hechos que van impactando en nuestra alma que, tarde o temprano se irá del mundo.
10. Rima XXX (Gustavo Adolfo Bécquer)
Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mis labios una frase de perdón…
Habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: “¿Por qué callé aquel día?”
y ella dirá: “¿Por qué no lloré yo?”
- El orgullo puede ser un gran enemigo en una relación pues, por mantener nuestra guardia alta, evitamos decir aquello que sentimos en realidad y nos termina alejando de quien más amamos. Lastimándonos al final de todas maneras.
11. Alba (Federico García Lorca)
Mi corazón oprimido
Siente junto a la alborada
El dolor de sus amores
Y el sueño de las distancia.
La luz de la aurora lleva
Semilleros de nostalgias
Y la tristeza sin los ojos
De la médula del alma.
La gran tumba de la noche
Su negro velo levanta
Para ocultar con el día
La inmensa cumbre estrellada.
¡Qué haré yo sobre estos campos
Cogiendo niños y ramas
Rodeado de la aurora
Y llena de noche el ama!
¡Qué haré si tienes tus ojos
Muertos a las luces claras
Y no ha de sentir mi carne
El calor de tus miradas!
¿Por qué te perdí por siempre
En aquella tarde clara?
Hoy mi pecho está reseco
Como una estrella apagada.
- Hay miles de cosas que nos causan tristeza, pero jamás una tan poderosa y miserable como cuando perdemos a alguien amado. Debido a que su ausencia pesa en cada respiración, recuerdo y vista en cualquier espacio.
12. Boca de llanto, me llaman (Jaime Sabines)
Boca de llanto, me llaman
tus pupilas negras,
me reclaman. Tus labios
sin ti me besan.
¡Cómo has podido tener
la misma mirada negra
con esos ojos
que ahora llevas!
Sonreíste. ¡Qué silencio,
qué falta de fiesta!
¡Cómo me puse a buscarte
en tu sonrisa, cabeza
de tierra,
labios de tristeza!
No lloras, no llorarías
aunque quisieras;
tienes el rostro apagado
de las ciegas.
Puedes reír. Yo te dejo
reír, aunque no puedas.
- Cuando las personas cambian, aunque tengan esos mismos rasgos que alguna vez nos encantaron, ya su esencia no es la misma y por ello, los momentos que pasemos a su lado ya no serán felices.
13. Tú me has llenado de dolor la mente (Guido Cavalcanti)
Tú me has llenado de dolor la mente,
tanto que el alma se esfuerza por partir
y los suspiros del corazón doliente
muestran a los ojos que no puedo más.
Amor, que tu gran valor siente,
dice; “Lamento que debas morir
por esta cruel dama que no parece
oír que habla la piedad por ti”.
Voy como el que está afuera de la vida,
que a la vista parece un hombre
tallado en piedra, bronce o madera,
más camina sólo por costumbre
y en el corazón lleva la herida
que es señal de muerte verdadera.
- Cuando una persona especial nos hiere, todo el mundo se llena de agonía y desdicha, ¿cómo podemos seguir si nuestro corazón está atormentado? ¿cómo volver a amar si estamos destrozados?
14. Dulce Tortura (Alfonsina Storni)
Polvo de oro en tus manos fue mi melancolía
Sobre tus manos largas desparramé mi vida;
Mis dulzuras quedaron a tus manos prendidas;
Ahora soy un ánfora de perfumes vacía.
Cuánta dulce tortura quietamente sufrida
Cuando, picada el alma de tristeza sombría,
Sabedora de engaños, me pasaba los días
¡Besando las dos manos que me ajaban la vida!
- Alfonsina Storni nos trae en esta ocasión un poema que muestra la cruda realidad de una decepción amorosa en toda su extensión, algo que parecía hermoso se ha transformado en un pedazo de desdicha.
15. Desmayarse, atreverse, estar furioso (Lope de Vega)
Desmayarse, atreverse, estar furioso
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
- Lope de Vega nos habla de la cruda verdad del amor, la cual es que este no es siempre color de rosa, existen desazones con las cuales tenemos que aprender a vivir.
16. El futuro (Julio Cortázar)
Y sé muy bien que no estarás.
No estarás en la calle,
en el murmullo que brota de noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia
los completos de los subtes,
ni en los libros prestados
ni en el hasta mañana.
No estarás en mis sueños,
en el destino original
de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás
o en el color de un par de guantes
o una blusa.
Me enojaré amor mío,
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás,
y diré las palabras que se dicen
y comeré las cosas que se comen
y soñaré las cosas que se sueñan
y sé muy bien que no estarás,
ni aquí adentro, la cárcel
donde aún te retengo,
ni allí fuera, este río de calles
y de puentes.
No estarás para nada,
no serás ni recuerdo,
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente
trata de acordarse de ti.
- Un hermoso y muy triste poema que nos recuerda cómo será la vida sin esa persona que amamos a nuestro lado. Es como si entrasemos en una dimensión paralela que se asemeja al mundo que solíamos ver junto a nuestra pareja.
17. Ojos de ayer (Juan Ramón Jiménez)
¡Ojos que quieren
mirar alegres
Y miran tristes!
¡Ay, no es posible
que un muro viejo
dé brillos nuevos;
que un seco tronco
(abra otras hojas)
abra otros ojos
que estos, que quieren
mirar alegres
y miran tristes!
¡Ay, no es posible!
- Muchas veces la tristeza se instala en nuestra vida porque nos negamos rotundamente a seguir adelante y mirar otros horizontes, en su lugar nos aferramos a un pasado maravilloso que ya está muerto.
18. Balada (Gabriela Mistral)
Él pasó con otra; yo le vi pasar.
Siempre dulce el viento
y el camino en paz.
¡Y estos ojos míseros
le vieron pasar!
Él va amando a otra
por la tierra en flor.
Ha abierto el espino;
pasa una canción.
¡Y él va amando a otra
por la tierra en flor!
Él besó a la otra
a orillas del mar;
resbaló en las olas
la luna de azahar.
¡Y no untó mi sangre
la extensión del mar!
Él irá con otra
por la eternidad.
Habrá cielos dulces.
(Dios quiera callar.)
¡Y él irá con otra
por la eternidad!
- A veces cuando observamos a nuestra antigua pareja comenzar de nuevo con tanta facilidad, nos causa un desasosiego que nos enferma de amargura, ya que no nos sentimos con la misma fuerza para salir adelante.
19. Al triste (Jorge Luis Borges)
Ahí está lo que fue: la tercera espada
del sajón y su métrica de hierro,
los mares y las islas del destierro
del hijo de Laertes, la dorada
luna del persa y los sin fin jardines
de la filosofía y de la historia,
El oro sepulcral de la memoria
y en la sombra el olor de los jazmines.
Y nada de eso importa. El resignado
ejercicio del verso no te salva
ni las aguas del sueño ni la estrella
que en la arrasada noche olvida el alba.
Una sola mujer es tu cuidado,
igual a las demás, pero que es ella.
- Este complejo poema de Jorge Luis Borges, nos recuerda que las cosas, por más que duelan ya no tienen ninguna importancia. Pertenecen al pasado y aunque sigamos reviviendo el dolor, en realidad no servirá de nada.
20. Viceversa (Mario Benedetti)
Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte
tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte
tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte
o sea
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.
- La necesidad que sentimos por alguien puede transformarse en una obsesión duradera, una que nos trae momentos felices esporádicos y tristezas continuas.
21. Bendita (Amado Nervo)
Bendita seas, por que me hiciste
amar la muerte, que antes temía.
Desde que de mi lado te fuiste,
amo la muerte cuando estoy triste;
si estoy alegre, más todavía.
En otro tiempo, su hoz glacial
me dio terrores; hoy, es amiga.
¡Y la presiento tan maternal!...
Tú realizaste prodigio tal.
¡Dios te bendiga! ¡Dios te bendiga!
- Hay personas que llegan a hacernos tanto daño que es imposible ver el sentido de seguir viviendo tal y como lo estábamos haciendo, porque la vida misma pierde su poder de embelesarnos y es la muerte quien nos seduce ahora.
22. Ah! La angustia (Fernando Pessoa)
Ah! La angustia, la abyecta rabia, la desesperación
De no yacer en mí mismo desnudo
Con ánimo de gritar, sin que sangre el seco corazón
En un último, austero alarido!
Hablo -las palabras que digo son nada más un sonido:
Sufro -Soy yo.
Ah, extraer de la música el secreto, el tono De su alarido!
Ah, la furia -aflicción que grita en vano
Pues los gritos se tensan
Y alcanzan el silencio traído por el aire
En la noche, nada más allí!
- Cuando estamos tristes, podemos encontrar la melancolía en cualquier lugar, en cualquier cosa, en cualquier esencia. Es como si el mundo mismo sintiese pena y nos acobijara en un mar de silencio.
23. Para Mí Tu Recuerdo (Arturo Borja)
Para mí tu recuerdo es hoy como una sombra
del fantasma que dimos el nombre de adorada
Yo fui bueno contigo. Tu desdén no me asombra,
pues no me debes nada, ni te reprocho nada.
Yo fui bueno contigo como una flor. Un día
del jardín en que solo soñaba me arrancaste;
te di todo el perfume de mi melancolía,
y como quien no hiciera ningún mal me dejaste
No te reprocho nada, o a lo más mi tristeza,
esta tristeza enorme que me quita la vida,
que me asemeja a un pobre moribundo que reza
a la Virgen pidiendo que le cure la herida.
- A pesar de que intentemos comprender las razones de la otra persona que nos ha abandonado, es imposible no sentir un pequeño resentimiento a esta, por todo el dolor que se está pasando por su partida.
24. No tiene importancia (Pedro Miguel Obligado)
Esta pena mía
No tiene importancia.
Sólo es la tristeza de una melodía,
Y el íntimo ensueño de alguna fragancia.
-Que todo se muere,
Que la vida es triste,
Que no vendrás nunca, por más que te espere,
Pues ya no me quieres como me quisiste-.
No tiene importancia.
Yo soy razonable;
No puedo pedirte ni amor ni constancia:
¡Si es mía la culpa de no ser variable!
¿Qué valen mis quejas
Si no las escuchas;
Y qué mis caricias desde que las dejas
Quizá despreciadas porque fueron muchas?
¡Si esta pena mía
No es más que el ensueño de alguna fragancia,
No es más que la sombra de una melodía!
Ya ves que no tiene ninguna importancia.
- Este desgarrador poema nos muestra esa incertidumbre profunda de ¿qué hemos hecho mal para que todo acabe así? Pero sobre todo ese reconocimiento de que la tristeza que sentimos es solo nuestra y nadie más puede sentirla.
25. Testamento (Concha García)
Amor mío dos puntos, se cayó
la voluntad de seguir siendo, salgo
enhebrada de tu saliva aún y me
aturde dejar de perseguirte,
tú que fuiste llama en la ojera y calidez de un dedo
locura de apuñalamiento certero, ensayo
noble que se caracterizaba por la insistencia
del tema con un fondo alegórico,
certerísima me quedo donde estoy, ¿qué
está más lejos? ¿Lo que sigue
permaneciendo? Me diseco las manos
para no tener que hacer escrutinios
con las caricias insentidas. Tengo
que escribir aún otro poema
mi sentencia y un método
para olvidarme de tu lengua.
- El poema nos refleja la pérdida en su sentido más complejo. Tanto la pérdida por las emociones en el mundo, la rendición ante la nueva realidad, así como la insistencia de borrar todo aquello que la persona ha dejado en nuestro ser.
26. Se ha vuelto llanto este dolor ahora (Jaime Sabines)
Se ha vuelto llanto este dolor ahora
y es bueno que así sea.
Bailemos, amemos, Melibea.
Flor de este viento dulce que me tiene,
rama de mi congoja:
desátame, amor mío, hoja por hoja,
mécete aquí en mis sueños,
te arropo como mi sangre, ésta es tu cuna:
déjame que te bese una por una,
mujeres tú, mujer, coral de espuma.
Rosario, sí, Dolores cuando Andrea,
déjame que te llore y que te vea.
Me he vuelto llanto nada más ahora
y te arrullo, mujer, llora que llora.
- En esta ocasión, Jaime Sabines nos trae la transformación que tiene lugar esa persona en nuestra mente, que pasa de ser alguien maravilloso a una persona que solo representa desdicha.
27. Campo (Antonio Machado)
La tarde está muriendo
Como un hogar humilde que se apaga.
Allá, sobre los montes,
Quedan algunas brasas.
Y ese árbol roto en el camino blanco
Hace llorar de lástima.
¡Dos ramas en el tronco herido, y una
Hoja marchita y negra en cada rama!
¿Lloras?… Entre los álamos de oro,
Lejos, la sombra del amor te aguarda.
- Podemos comparar la realidad melancólica en la que estamos después de una ruptura, con un campo marchito. Pero que, si seguimos caminando podemos encontrar un nuevo escenario fresco y lleno de esperanza.
28. Simplicidad (Jorge Robledo Ortiz)
Es tan humano este dolor que siento.
Esta raíz sin tallo florecido.
Este recuerdo anclado al pensamiento
y por toda la sangre repetido,
que ya ni me fatiga el vencimiento
ni me sangra el orgullo escarnecido,
mi corazón se acostumbró al tormento
de perder la mitad de su latido.
Ya mi rencor no exige la venganza,
aprendí a perdonar toda esperanza
como un bello pecado original.
Llevo en las manos tantas despedidas,
y en lo que fue el amor tantas heridas,
que me he tornado un hombre elemental.
- Cuando toda la tormenta se esclarece de nuestra mente, podemos entender que errar es parte de la naturaleza humana. Tanto el herir a alguien, como los sentimientos de tristeza que experimentamos.
29. La Herida (Luis Gonzaga Urbina)
¿Qué si me duele? Un poco; te confieso
que me heriste a traición; mas por fortuna,
tras el rapto de ira vino una
dulce resignación... Pasó el exceso.
¿Sufrir? ¿Llorar? ¿Morir? ¿Quién piensa en eso?
El amor es un huésped que importuna;
mírame como estoy, ya sin ninguna
tristeza que decirte. Dame un beso.
Así, muy bien; perdóname, fui un loco;
tú me curaste –gracias–, y ya puedo
saber lo que imagino y lo que toco.
En la herida que hiciste, pon el dedo.
¿Qué si me duele? Sí; me duele un poco,
mas no mata el dolor... No tengas miedo.
- Cuando nos lastiman, podemos crear una coraza de indiferencia y frialdad a nuestro alrededor para asegurarnos que ese dolor nunca más nos vuelva a aquejar.
30. Sé que las ratas… (Margarita Laso)
Sé que las ratas me morderán el corazón pero ésta es una despedida
reí y fui
loba
loba en el palomar
loba en el palomar de tus jadeos
buches y espumas rociaron la aurora de los sudores
jadeos tus de palomar él en loba
aunque
entre graznidos y hendiduras
entre zureos grumosos
loba
entre palomas en tus jadeos
digo adiós
la pena canina cubro de vidrio
lenguas y falanges apago al fuego
aros y poros al polvo cocido
esta cachorra arde bajo las burbujas
aullidos sollamados invitan a las ratas
ellas escuchan su piel de chamiza que crepita
sus uñas que raspan el celo cristalino
la esfera de calor de su cuero esquilado las convida
olorosa
sé que me morderán el corazón
lastimero
pero no permitiré que tú lo muerdas
ésta es una despedida
- Margarita Laso nos muestra una visión muy cruda de una despedida, llena de dolor, ira y tristeza. Pero que también nos recuerda que es mejor ir dejar aquello que no nos trae ningún bienestar.
31. Mi corazón oprimido (Federico García Lorca)
Mi corazón oprimido
Siente junto a la alborada
El dolor de sus amores
Y el sueño de las distancia.
La luz de la aurora lleva
Semilleros de nostalgias
Y la tristeza sin los ojos
De la médula del alma.
La gran tumba de la noche
Su negro velo levanta
Para ocultar con el día
La inmensa cumbre estrellada.
¡Qué haré yo sobre estos campos
Cogiendo niños y ramas
Rodeado de la aurora
Y llena de noche el ama!
¡Qué haré si tienes tus ojos
Muertos a las luces claras
Y no ha de sentir mi carne
El calor de tus miradas! ¿Por qué te perdí por siempre
En aquella tarde clara?
Hoy mi pecho está reseco
Como una estrella apagada.
- La incertidumbre de no saber por qué la relación llegó a un punto de distanciamiento y pérdida, puede ser el sentimiento más oscuro que podemos sentir.
32. Despedida (Gabriel Celaya)
Quizás, cuando me muera,
dirán: Era un poeta.
Y el mundo, siempre bello, brillará sin conciencia.
Quizás tú no recuerdes,
quién fui, mas en ti suenen
los anónimos versos que un día puse en ciernes.
Quizás no quede nada
de mí, ni una palabra,
ni una de estas palabras que hoy sueño en el mañana.
Pero visto o no visto,
pero dicho o no dicho,
yo estaré en vuestra sombra, ¡oh hermosamente vivos!
Yo seguiré siguiendo,
yo seguiré muriendo,
seré, no sé bien cómo, parte del gran concierto.
- En esta despedida, el poeta Gabriel Celaya nos habla de un tipo diferente de tristeza y que, en silencio nos preguntamos siempre ¿cómo seremos recordados después de nuestra muerte?
33. Tengo miedo (Pablo Neruda)
Tengo miedo. La tarde es gris y la tristeza
del cielo se abre como una boca de muerto.
Tiene mi corazón un llanto de princesa
olvidada en el fondo de un palacio desierto.
Tengo miedo -Y me siento tan cansado y pequeño
que reflejo la tarde sin meditar en ella.
(En mi cabeza enferma no ha de caber un sueño
así como en el cielo no ha cabido una estrella.)
Sin embargo en mis ojos una pregunta existe
y hay un grito en mi boca que mi boca no grita.
¡No hay oído en la tierra que oiga mi queja triste
abandonada en medio de la tierra infinita!
Se muere el universo de una calma agonía
sin la fiesta del Sol o el crepúsculo verde.
Agoniza Saturno como una pena mía,
la Tierra es una fruta negra que el cielo muerde.
Y por la vastedad del vacío van ciegas
las nubes de la tarde, como barcas perdidas
que escondieran estrellas rotas en sus bodegas.
Y la muerte del mundo cae sobre mi vida.
- El aclamado poeta Pablo Neruda nos deja una visión clara sobre el agotamiento físico, psicológico y emocional que supone una tristeza inmensa.
34. Olvido (Carlos Medellín)
Se me olvidó tu nombre,
no recuerdo
si te llamabas luz o enredadera,
pero sé que eras agua
porque mis manos tiemblan cuando llueve.
Se me olvidó tu rostro, tu pestaña
y tu piel por mi boca transitada
cuando caímos bajo los cipreses
vencidos por el viento,
pero sé que eras Luna
porque cuando la noche se aproxima
se me rompen los ojos
de tanto querer verte en la ventana.
Se me olvidó tu voz, y tu palabra,
pero sé que eras música
porque cuando las horas se disuelven
entre los manantiales de sangre
mi corazón te canta.
- Los encuentros cortos y apasionados, pueden durar poco tiempo pero pueden dejarnos una herida profunda que dura toda una vida en superar.
35. Corazón coraza (Mario Benedetti)
Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.
- En este hermoso poema de Mario Benedetti podemos ver esa contradicción de estar aferrados a alguien que nos lastima, pero del cual pensamos que sin esa persona no podemos vivir.