Las 8 partes del aparato reproductor masculino (características y funciones)

El aparato reproductor masculino va mucho más allá del pene y los testículos. Un recorrido por sus partes y particularidades.

Partes aparato reproductor masculino

La reproducción es un proceso universal que implica la creación de nuevos organismos y es común a todas las formas de vida biológicas existentes en el planeta. Para que un ser vivo sea considerado como tal, desde la célula más pequeña al animal más complejo, este debe ser capaz de poder dejar descendencia de una forma u otra.

Las bacterias se reproducen por fisión binaria (crecimiento y partición en dos individuos a partir de uno) pues, al ser seres unicelulares, no tienen la posibilidad de desarrollar estructuras masculinas y femeninas, razón por la cual se considera un tipo de reproducción asexual. A medida que avanzamos en el proceso reproductivo en seres vivos (y en la escala evolutiva) nos encontramos con la reproducción sexual, aquella que caracteriza a los humanos y la mayoría de vertebrados.

Al existir dos sexos biológicos diferentes en nuestra especie, masculino (XY) y femenino (XX), los seres humanos nos desarrollamos con órganos sexuales y caracteres diferentes que maximicen nuestra eficacia evolutiva, es decir, la fecundación y el embarazo, respectivamente. Si quieres conocer las 8 partes del aparato reproductor masculino, su significado biológico y sus particularidades fisiológicas, continúa leyendo.

¿Qué es el aparato reproductor masculino?

Si hablamos del aparato reproductor masculino, estamos haciendo alusión al conjunto de órganos internos y externos (así como los conductos que los comunican) que le permiten al hombre tener sexo con la mujer (de nuevo, únicamente desde un punto de vista estrictamente biológico) y reproducirse eventualmente. Cuando se produce la fecundación, las células reproductivas haploides (espermatozoide y óvulo) se fusionan, dando lugar a un cigoto diploide con la mitad de información genética de la madre y la otra mitad del padre.

Aparato reproductor masculino

¿Cuál es la morfología del aparato reproductor masculino?

A diferencia del aparato reproductor femenino, el masculino está bastante a la vista, pues el pene y los testículos (los dos mayores exponentes) se encuentran externalizados casi en su totalidad. A continuación, te contamos las 8 partes de este conocido pero a la vez curioso conjunto de órganos y conductos.

1. Pene

El pene es el órgano que hace posible la penetración durante el coito. Está formado por 3 capas de tejido diferentes: dos secciones cavernosas y una esponjosa. Las primeras son las encargadas de llenarse de sangre durante el acto sexual, lo que se traduce en la conocida erección. Por otro lado, la capa esponjosa se encuentra en la sección inferior del pene, actuando como protectora para que no se produzcan compresiones en la uretra durante la eyaculación y la micción.

Además del corte histológico, podemos diferenciar diversas secciones específicas en el pene:

  • Glande: es la cabeza o la punta del pene. Aquí desemboca la uretra, razón por la cual es el conducto de salida de la orina y el semen en condiciones normales.
  • Cuerpo: se extiende desde la punta hasta el lugar de conexión con el abdomen. Tiene forma de tubo, el cual rodea el conducto de la uretra.
  • Prepucio: una capa de piel que protege al glande, pues este es altamente sensible a estímulos. La circuncisión es una cirugía mediante la cual se extrae esta estructura.
  • Frenillo: un pequeño repliegue de la mucosa prepucial, generalmente con forma de V. Une al glande con el prepucio en su parte anterior.

Como dato interesante, podemos destacar que el pene necesita unos 130 mililitros de sangre para alcanzar el estado de erección. En general, el promedio de la erección del órgano sexual masculino es de unos 14 minutos de media.

2. Escroto

El escroto es una especie de saco o bolsa que contiene los testículos, el epidídimo y la parte inferior del cordón espermático, es decir, los vasos sanguíneos y los conductos deferentes. Además de proteger a los testículos, se trata de una estructura esencial para la fertilidad masculina, pues los testículos deben estar a una temperatura ligeramente inferior a la corporal para poder madurar a los espermatozoides correctamente.

Por esta razón, los pacientes con testículos no descendidos o criptorquidia (en los que la bolsa escrotal se encuentra relativamente vacía) presentan hasta un 75% más de probabilidades de infertilidad que la población general. Resulta interesante conocer que, sin una estructura tan básica, los hombres nos volveríamos prácticamente infértiles.

3. Testículos

Los testículos son unos cuerpos ovoides de 4-7 centímetros de largo y 25 mililitros de capacidad que cumplen con dos funciones principales: la producción y almacenamiento de gametos germinales masculinos (los espermatozoides) y la biosíntesis y secreción de hormonas sexuales masculinas (la testosterona).

Comunmente, el testículo izquierdo está ligeramente más colgante que el derecho, pero ambos son igualmente capaces de producir millones de espermatozoides en un solo día, a pesar de que estos requieran 3 meses de generación y maduración para presentar una capacidad fertilizante. En general, un hombre sano puede eyacular de 15 a 250 millones de espermatozoides en cualquier momento dado.

4. Epidídimo

El epidídimo es un tubo estrecho y alargado situado en la parte posterior del testículo que conecta los conductos deferentes al reverso de cada uno de ellos. Desde un punto de vista funcional, los conductos del epidídimo son los responsables de la maduración y activación de los espermatozoides. Además, este tubo contribuye a la producción del plasma seminal, con la síntesis de sustancias como β-N-acetilglucosaminidasa y la fibronectina, ambas participantes en la maduración espermática.

5. Conducto deferente

Es el tubo en el que los espermatozoides se almacenan y que transporta al esperma fuera del conglomerado escrotal. Se encuentra entre el epidídimo y la uretra, conectándolos a ambos.

6. Uretra

La uretra es extremadamente importante en los hombres, pues cumple una doble función: es la parte de las vías urinarias que transporta la orina desde la vejiga y la parte del aparato reproductor en la que viaja el semen. En las mujeres la uretra es muy corta, mientras que en los varones recorre todo el pene hasta desembocar en la punta del glande.

Por esta razón, los hombres están más sujetos a enfermedades uretrales, sobre todo con la edad y durante ciertas actividades. Algunas de ellas son el cáncer de uretra, la estenosis uretral (estrechamiento de la abertura) o la uretritis (inflamación causada por infecciones).

7. Próstata

Se localiza justo debajo de la vejiga y rodea la uretra, situándose por delante del recto. Tiene el tamaño aproximado de una nuez y su función es generar fluidos, los cuales formarán parte del semen.

Cabe destacar que, a medida que envejecemos, en los hombres la próstata tiende a aumentar de tamaño, lo que se conoce como hiperplasia prostática benigna. Otra patología prostática muy distinta es el temido cáncer de próstata, el cual se presenta en aproximadamente 139 hombres por cada 100.000 habitantes de forma anual. El exámen de próstata previene esta preocupante patología.

8. Vesículas seminales

Las vesículas seminales están situadas por encima de la próstata, y su función es producir (junto con la próstata) un líquido seminal que nutre y transporta a los espermatozoides. Estas glándulas son, en condiciones normales, productoras del 60% del fluido eyectado durante el acto de la eyaculación.

Resulta interesante conocer que las vesículas seminales están revestidas por un epitelio secretor, el cual es rico en fructosa, un monosacárido que les aporta a los espermatozoides una importante fuente de nutrientes hasta que fecundan (o no) al óvulo.

Además de ello, también sintetizan grandes cantidades de fibrinógeno y prostaglandinas. Curiosamente, se cree que estas últimas ayudan mucho al periodo de fecundación mediante dos mecanismos: reaccionan con el moco cervical femenino, con el fin de hacerlo más receptivo para el transporte de espermatozoides y, además, desencadenan una serie de contracciones uterinas que “guían” a los gametos masculinos hasta el óvulo.

Resumen

Como habrás podido comprobar, el aparato reproductor masculino va mucho más allá del pene y los testículos. Estructuras tan aparentemente irrelevantes como el escroto son esenciales para la reproducción pues, sin ellas, no podríamos sintetizar espermatozoides maduros con continuidad y eficacia.

Aprovechamos estas líneas finales para realizar un último apunte: diversas patologías pueden afectar al aparato reproductor masculino, pero el cáncer de próstata es una de las más sonadas. Existe la preconcepción de que una palpación rectal es un acto que disminuye la “hombría” o la “integridad” de quien se somete a ella, pero nada más lejos de la realidad. Un examen de próstata a tiempo puede evitar, literalmente, la muerte de una persona con este tipo de neoplasia. Es momento de deshacerse de prejuicios y conocer nuestros propios órganos y debilidades: como hombres, dejémonos ayudar.

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