Las 80 mejores frases de Santos de la Iglesia Católica

Los santos católicos son figuras históricas que recibieron este título por haber dedicado su vida a profesar su amor por Dios, incluso si eso implicaba perder la vida.

Frases santos Iglesia Católica

A lo largo de la historia han existido personajes humildes y bondadosos, cuyos actos han sido recompensados por la iglesia católica al santificarlos y canonizarlos, de manera que sus enseñanzas y obras queden registradas para el conocimiento de todos las personas devotas a la religión católica. Muchos encuentran consuelo y una guía firme en la vida de los santos.

Grandes citas de santos católicos

En este artículo traemos una lista con las más reconocidas frases de santos de la iglesia católica que dejan a su lado miles de enseñanzas para todos.

1. Háganse valle (humildes) para recibir la lluvia; lo alto se seca, lo bajo se llena. La gracia es como la lluvia. (San Agustín)

Para recibir las bendiciones de Dios, hay que practicar la humildad por encima de todo.

2. La naturaleza es la mejor maestra de la verdad. (San Ambrosio)

La naturaleza habla de la bondad, misericordia, amor y bendición de Dios.

3. Un cristiano fiel, iluminado por los rayos de la gracia al igual que un cristal, deberá iluminar a los demás con sus palabras y acciones, con la luz del buen ejemplo. (San Antonio de Padua)

Todos estamos llamados a ser un ejemplo para los demás.

4. Hay que dar lo que os cuesta algo. No es suficiente dar de lo que os sobra, de lo que podéis prescindir, sino también de lo que no queréis prescindir, cosas a las que estáis apegados. (Santa Teresa de Calcuta)

El más bello gesto de amor es dar lo que tenemos, por poco que sea.

5. Si quieren que la paz reine en sus familias y en su patria, recen todos los días el Rosario con todos los suyos. (San Pío X)

El Santo Rosario es la mejor arma para alejar al demonio de nuestras vidas.

6. Cuando el amor de Dios obtiene la voluntad del alma produce en ella un insaciable deseo de trabajar por el amado. (San Juan Crisóstomo)

Cuando dejamos que Dios gobierne nuestras vidas, todo cambia y el amor por el prójimo se hace presente.

7. Para mí la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada al cielo, un grito de agradecimiento y de amor en las penas como en las alegrías. (Santa Teresa de Lisieux)

La oración nos conecta directamente con el Señor.

8. Procuremos siempre mirar las virtudes y cosas buenas que viéremos en los otros y tapar sus defectos con nuestros grandes pecados… tener a todos por mejores que nosotros… (Santa Teresa de Jesús)

Nadie es mejor que nosotros, ni nosotros somos mejores que nadie.

9. ¿Existen muchos mundos o existe sólo un único mundo? Ésta es una de las más nobles y elevadas cuestiones planteadas en el estudio de la naturaleza. (San Alberto Magno)

La naturaleza nos enseña que hay un solo mundo y este le pertenece a Dios.

10. El infierno está lleno de buenas voluntades y deseos. (San Francisco de Sales)

Para ir al cielo debemos practicar las enseñanzas de Jesús.

11. Al conocer lo que Dios nos ha dado, encontraremos muchísimas cosas por las que dar gracias continuamente. (San Bernardo)

Las bendiciones que el Señor nos da siempre son más de lo que esperamos.

12. La acción tiene sus peligros: obrar por obrar; obrar por afirmarse, obrar por brillar, obrar por dominar. Ver demasiado grande. Querer el éxito a toda costa. Querer ir demasiado a prisa. Perder el contacto con Dios. (San Alberto Hurtado)

Estamos tan ocupados, preocupados y ansiosos en la vida, que nos estamos alejando cada vez más de Dios.

13. La verdadera perfección consiste en esto: hacer siempre la santísima voluntad de Dios. (Santa Catalina de Siena)

Si nos enfocamos en servir a Dios, la felicidad será eterna.

14. Es feliz quien nada retiene para sí. (San Francisco de Asís)

El compartir lo que tenemos con los demás nos dará la completa felicidad.

15. En la medida en que se ama algo temporal, se pierde el fruto de la caridad. (Santa Clara)

No debemos aferrarnos a cosas materiales. Solo nos debemos aferrar al amor de Dios.

16. El que, por obediencia, se somete al mal, está adherido a la rebelión contra Dios y no a la sumisión. (San Bernardo)

No hay que darle cabida al mal en nuestras vidas.

17. Es un homicidio negar a un hombre el salario que le es necesario para su vida. (San Ambrosio)

El trabajo honrado debe tener su justa recompensa.

18. En la medida en que se ama algo temporal, se pierde el fruto de la caridad. (Santa Clara)

El amor es la fuerza que domina todo.

19. Has de saber, hija mía, que mis caudales y tesoros están cercados de espinas, basta determinarse a soportar las primeras punzadas, para que todo se trueque en dulzuras. (Santa Brígida)

Soportar el dolor sin quejarse nos hace fuerte y nos conduce al cielo.

20. Vida de amor... He aquí la única razón de vivir. (San Rafael Arnáiz)

El amor es el sentimiento más importante de la vida.

21. Sí supiéramos el valor del Santo Sacrificio de la Misa, qué esfuerzo tan grande haríamos por asistir a ella. (Santo Cura de Ars)

Asistir a la misa y vivirla adecuadamente nos ayuda a permanecer en el camino correcto.

22. La fe se refiere a cosas que no se ven, y la esperanza, a cosas que no están al alcance de la mano. (Santo Tomás de Aquino)

Entre la fe y la esperanza hay que quedarse con la fe.

23. Los golpes imprevistos no permiten muchas veces que uno aproveche de ellos, a causa del abatimiento y turbación que levantan en el alma; mas tened un poquito de paciencia, y veréis como Dios os dispone a recibir gracias muy grandes precisamente por aquel medio. (San Claudio de la Colombiere)

Las situaciones difíciles que tenemos en la vida son pruebas que Dios nos manda para probar nuestra fe.

24. Matar inocentes en nombre de Dios es una ofensa contra Él y contra la dignidad humana. (Benedicto XVI)

Dios es lo que verdaderamente tenemos.

25. No busques ser grande a los ojos de los hombres, sino a los ojos de Dios. (San Martín de Porres)

Debemos agradar solamente al Señor, no a las personas.

26. El hombre no puede ser separado de Dios, ni la política de la moral. (Santo Tomás Moro)

La moral y las buenas costumbres son agradables a los ojos de Dios.

27. El mérito consiste sólo en la virtud de la caridad, sazonado con la luz de la verdadera discreción. (Santa Catalina de Siena)

Cuando ayudemos al necesitado, hay que hacerlo discretamente.

28. Sé alma de oración y mortificación. Su fruto será la humildad bien practicada. (Santa Genoveva Torres Morales)

La oración y el ayuno son las claves para tener obediencia a Dios.

29. Con el Rosario se puede alcanzar todo. Según una graciosa comparación, es una larga cadena que une el cielo y la tierra, uno de cuyos extremos está en nuestras manos y el otro en las de la Santísima Virgen. (Santa Teresita del Niño Jesús)

Rezar el rosario nos lleva al cielo, al lado de la María Santísima.

30. Un cristiano fiel, iluminado por los rayos de la gracia al igual que un cristal, deberá iluminar a los demás con sus palabras y acciones, con la luz del buen ejemplo. (San Antonio de Padua)

Recibir a Jesús nos prepara para ir al cielo.

31. Recuerda que la perfección consiste en conformar la vida y las acciones totalmente a las virtudes sagradas del Corazón de Jesús, especialmente su paciencia, su mansedumbre, su humildad y su caridad. (Santa Margarita)

Imitar a Jesús debe ser nuestra meta.

32. La bondad implica la capacidad de decir no. (Benedicto XVI)

Para entrar al cielo debemos ser humildes.

33. Desear el saber por el saber. (San Alberto Magno)

La sabiduría nos ayuda entender la voluntad del Señor.

34. En la medida en que se ama algo temporal, se pierde el fruto de la caridad. (Santa Clara)

Debemos orar en familia para permanecer unidos a Cristo.

35. Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo, ni excusarte, ni justificarte. (Santa Faustina Kowalska)

Debemos aplicar la misericordia cada día.

36. Procuremos siempre mirar las virtudes y cosas buenas que vieremos en los otros y tapar sus defectos con nuestros grandes pecados. Tener a todos por mejores que nosotros. (Santa Teresa de Ávila)

Vencer nuestras adiciones requiere de esfuerzos y sacrificios.

37. Pedir gracia a nuestro Señor para que no sea sordo a su llamamiento, sino presto y diligente para cumplir su santísima voluntad. (San Ignacio de Loyola)

Debemos pedir a Dios que nos abra los ojos del corazón y de la mente para que podamos escuchar su voz.

38. No debemos permitir que alguien se aleje de nuestra presencia sin sentirse mejor y más feliz. (Madre Teresa de Calcuta)

Toda persona que tenga contacto con nosotros, debe sentir el amor de Dios.

39. Un cristiano fiel, iluminado por los rayos de la gracia al igual que un cristal, deberá iluminar a los demás con sus palabras y acciones, con la luz del buen ejemplo. (San Antonio de Padua)

Tenemos que vivir para merecer tanto el amor de Dios como el del prójimo.

40. La fe no se opone a nuestros ideales más altos, al contrario, los exalta y perfecciona. (Benedicto XVI)

Si no dejamos entrar a Dios en nuestro corazón, no nos queda nada.

41. Los hombres pelean, solo Dios da victoria. (Santa Juana de Arco)

En cualquier batalla, invocamos a Dios en todo momento.

42. Es propio de la fe hacernos humildes en los sucesos felices e impasibles en los reveses. (Santa Clara)

Tanto en los buenos momentos como en los malos, tener fe es lo principal.

43. La acción de gracias debe tener una parte muy importante en nuestra oración, la palabra «gracias» debe estar al inicio de todas nuestras oraciones, porque la bondad de Dios precede todos nuestros actos, envuelve todos los instantes de nuestra vida. (San Carlos de Foucauld)

En todo momento hay que agradecer por todo lo que tenemos.

44. Quien quiera algo que no sea Cristo, no sabe lo que quiere; quien pida algo que no sea Cristo, no sabe lo que pide; quien no trabaje por Cristo, no sabe lo que hace. (San Felipe Neri)

Nuestra vida tiene que girar en torno al Cristo Viviente.

45. Un cristiano fiel, iluminado por los rayos de la gracia al igual que un cristal, deberá iluminar a los demás con sus palabras y acciones, con la luz del buen ejemplo. (San Antonio de Padua)

Perdonar tiene su recompensa en el cielo.

46. Pon cada día ante ese espejo (Cristo) y escruta continuamente tu rostro en él, para poder adornarte de todas las virtudes. (Santa Clara de Asís)

El tener presente a Jesús a cada instante nos ayuda a sumergirnos en su misericordia.

47. El amor a Dios todo lo hace suave. (San Claudio la Colombière)

Dios es compasivo y misericordioso.

48. A cualquier precio que sea, es necesario que Dios esté contento. (San Claudio de la Colombiere)

Nuestras acciones no deben tener ninguna maldad, para así ganar la atención del Dios.

49. No eres más santo porque te alaben, ni más vil porque te desprecien. (Beato Tomás de Kempis)

No somos ni tan buenos ni tan malos, solos somos seres humanos.

50. El que no trata con confianza a Jesús, hace injuria a su bondad, que tantas veces y de tan diversas maneras se nos ha demostrado; me parece que teniendo con Jesús mucha confianza se le hace una como dulce violencia para que derrame sus gracias sobre nosotros: ¿no es verdad? (San Gema Galgani)

Jesús es el amigo más íntimo que tenemos.

51. Vale mas delante de Dios un menosprecio sufrido pacientemente por su amor, que mil ayunos y mil disciplinas. (San Francisco de Sales)

Cuando seamos objeto de algún desprecio, hay que ofrecer esta situación a Dios y vivirlo con fe y paciencia.

52. Cuando no tenéis el amor de Dios en vosotros, sois muy pobres. Sois como un árbol sin flores y sin frutos. (Santo Cura de Ars)

No somos nada si no tenemos a Dios en nuestro interior.

53. Tened por cierto el tiempo que empleéis con devoción delante de este divinísimo Sacramento, será el tiempo que más bien os reportará en esta vida y más os consolará en vuestra muerte y en la eternidad. (San Alfonso María de Ligorio)

Tener un tiempo a solas con el Santísimo es esencial.

54. Oh pobreza bienaventurada que da riquezas a quienes la aman y abrazan. (Santa Clara de Asís)

La pobreza, siempre que no sea de corazón, nos conduce al Señor.

55. La oración es para el alma, lo que el alimento es para el cuerpo. (San Vicente de Paúl)

Necesitamos orar para alimentar al espíritu.

56. Cómo es posible que alguien que cree en Dios pueda amar algo fuera de Él (San Felipe Neri)

Con Dios, todo; sin él, nada.

57. Todos los males que nos agobian en la tierra vienen precisamente de que no oramos o lo hacemos mal. (Santo Cura de Ars)

Emplear bien el tiempo a solas con Dios nos ayuda a mantenernos de pie.

58. No pienses que el agradar a Dios está tanto en obrar mucho como en obrarlo con buena voluntad, sin propiedad y respetos. (San Juan de la Cruz)

Las buenas obras no bastan. Se necesita algo más que eso para agradar al Señor.

59. Ten cautela, hermana mía muy amada, en no dejarte abatir por la adversidad ni envanecer por la prosperidad. (Santa Clara)

Tanto en las dificultades como en la alegría, hay que estar en contacto con Dios.

60. No morirá de mala muerte el que oye devotamente y con perseverancia la Santa Misa. (San Agustín)

Escuchar con atención la misa es acercarse más a Jesús.

61. Podemos caminar lo que queramos, edificar muchas cosas, pero si no confesamos a Jesucristo, la cosa no va. (Papa Francisco I)

En las pequeñas cosas, Dios también está presente.

62. Por tanto, perseveren en su conducta y sigan el ejemplo del Señor, sin odiar a nadie y ayudándose mutuamente con la bondad del Señor. (San Policarpo)

Vivir en armonía con las personas que nos rodea es imitar las bondades.

63. Procura siempre vivir en la amistad de Dios. (San Juan Bosco)

Hagamos de Dios nuestro mejor amigo.

64. ¿Oh Señor que eres tan adorable y me has mandado a amarte, por qué me diste tan sólo un corazón y este tan pequeño? (San Felipe Neri)

Nuestro corazón es pequeño pero puede albergar el gran amor de Dios.

65. Ten gran confianza en Dios: su misericordia supera infinitamente todas nuestras miserias. (Santa Margarita Mª de Alacoque)

No te preocupes por nada, solo enfócate en el Señor y todo saldrá bien.

66. Si no quieres sufrir no ames, ¿pero si no amas para que quieres vivir? (San Agustín)

Sin amor, la vida no vale la pena.

67. Se aprende a hablar, hablando. A estudiar, estudiando. A trabajar, trabajando. De igual forma se aprende a amar, amando. (San Francisco de Sales)

Hay que hacer las cosas por uno mismo para poder aprender.

68. Tened gran cuidado en predicar la verdad de tal modo que, si acaso hay entre los oyentes un hereje, le sirva de ejemplo de caridad y moderación cristianas. No uséis de palabras duras ni mostréis desprecio por sus errores. (San Ignacio de Loyola)

Tú eres un ejemplo para alguien, así que hazlo bien.

69. La sociedad tecnológica ha logrado multiplicar las ocasiones de placer, pero encuentra muy difícil engendrar la alegría. (Papa Francisco I)

Dios sabe lo que nos conviene.

70. Cuanto más trabajemos en la tierra, más méritos ganaremos en el cielo. (San Leopoldo Mandic)

Comportémonos en la tierra de tal manera que ganemos el cielo.

71. Sin la oración nadie puede progresar en el servicio divino. (San Francisco de Asís)

Orar. Orar sin cesar.

72. La Eucaristía y la Virgen son las dos columnas que han de sostener nuestras vidas. (San Juan Bosco)

La comunión y el rosario nos ayudan a preseverar en el camino al cielo.

73. El que pregunta con mala intención no merece conocer la verdad. (San Ambrosio)

No debemos ser irrespetuosos con los demás.

74. Muerte: Recuerda que cuando abandones esta tierra, no podrás llevar contigo nada de lo que has recibido, solamente lo que has dado: un corazón enriquecido por el servicio honesto, el amor, el sacrificio y el valor. (San Francisco de Asís)

Al morir no nos vamos a llevar nada material, solo nuestro amor hacia Dios.

75. Ésta es, señores, muy buena devoción de la Virgen, seguir sus virtudes. (San Juan de Ávila)

La Virgen María es un ejemplo a seguir.

76. Una sola misa ofrecida y oída en vida con devoción, por el bien propio, puede valer más que mil misas celebradas por la misma intención, después de la muerte. (San Anselmo)

Vivir la misa con todos nuestros sentidos nos llena de bendiciones.

77. En los buenos momentos y en los malos, tenemos que llevar la cruz de Jesús, no delante, sino detrás de él, como Simón de Cirene, hasta la cumbre del Calvario. (San Damián)

Acordarnos de lo que sufrió Jesús nos ayuda a llevar con paciencia nuestra propia cruz.

78. Muéstrate siempre alegre, pero que tu sonrisa sea sincera. (San Juan Bosco)

La verdadera alegría contagia a otros.

79. El que, por obediencia, se somete al mal, está adherido a la rebelión contra Dios y no a la sumisión. (San Bernardo)

Las obras realizadas con amor son más verdaderas que las mismas palabras.

80. Trabaja en algo para que el diablo te encuentre siempre ocupado. (San Jerónimo)

El ocio es mala consejera.

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