Perfeccionismo: 16 rasgos de la personalidad perfeccionista

¿Tiendes a tener preferencia por el orden y que todo salga excelente? Quizás eres una persona excesivamente perfeccionista.

Perfeccionismo

¿Eres de las personas que siempre prefieren que todo en su vida salga tal y como lo planearon? ¿o eres más de aquellos que se dejan llevar por la improvisación?

Si bien es cierto que es preferible tener un plan de acción para llevar a cabo y desarrollar nuestros objetivos en la vida, aferrarnos a que todo salga bien puede convertirnos en personas rígidas y distantes que no disfrutan lo más mínimo de su vida, sino que prefieren mantener una fachada de perfección eterna ante los demás.

¿Pero es la vida de alguien así de perfecta e impoluta? No, esto no puede estar más lejos de la realidad que viven las personas perfeccionistas ya que, al preocuparse constantemente por su futuro no se dan cuenta que su presente se está deteriorando. Su obsesión por la perfección es tan intensa que incluso al lograr un éxito o una meta tan esperada no se interesan en celebrarlo, porque analizan el más insignificante error, critican los pasos que dieron o ya están planificando su siguiente movimiento para llegar aún más alto.

Resaltamos aquí que no queremos insinuar que el que estés pensando en tu siguiente paso o quieres seguir mejorando en tu vida sea algo negativo, sino que te permitas gozar de todo el proceso, de los que te rodean y las lecciones que los fracasos puedan dejarte.

Con todo esto solo nos resta preguntarte: ¿te consideras como una persona perfeccionista? Si quieres averiguarlo entonces sigue leyendo este artículo, porque hablaremos de los rasgos de la personalidad perfeccionista.

¿Qué es la personalidad perfeccionista?

Las personas perfeccionistas, el perfeccionismo o ‘Síndrome del perfeccionista’ es un tipo de personalidad distorsionada, se caracterizan por tener la firme creencia de que todo en su vida debe ser realizado con extraordinario éxito, desde los hábitos comunes del hogar hasta su éxito profesional. Esto implica analizar a profundidad las opciones que tiene a la mano para elegir la más viable para ejecutar y que conlleve menos equivocaciones posibles, buscan intensamente la manera que incluso esta posibilidad se reduzca a ninguna.

Ya que un solo error les provoca un malestar anímico significativo y tienden a abandonar algo que consideran una pérdida de tiempo u obsesionarse con una meta hasta cumplirla de forma perfecta. Esto demuestra que en realidad son personas con una gran inseguridad en sus capacidades y buscan la manera de probarse constantemente, sin importarles su propia estabilidad mental, física o emocional.

Perfeccionistas

La paradoja de la perfección en la vida real

Todo a nuestro alrededor nos exige perfección, los estudios, el mantenimiento de nuestra salud, el desarrollo de una habilidad, nuestras profesiones, la vida amorosa, etc., puesto que hacer todo perfecto es una muestra de lo capaces que somos, por lo que es hasta un signo para admirar. Pero... ¿cuánto estamos dispuestos a sacrificar por alcanzar la perfección? ¿implica esto tener que dejar a un lado el disfrute de nuestra propia vida solo para hacer las cosas sin un gramo de error?

La obsesión por la perfección puede traer severas consecuencias a nuestra salud, pues la misma trae como resultado un estado de ánimo bajo constante, debido a las preocupaciones, el estrés y la ansiedad sobre las decisiones que tomamos o los resultados que queremos buscar. Además se reduce la búsqueda por momentos de relajación, lo que disminuye el descanso necesario para el cuerpo e inclusive desarrollemos trastornos del sueño.

Así mismo trae problemas en la esfera interpersonal e íntima al no dedicar suficiente tiempo a las relaciones, por lo que no es extraño ver a los perfeccionistas caminando siempre solos por su camino a un éxito que nunca es suficiente.

Rasgos de la personalidad perfeccionista

Sabiendo todas las implicaciones que esta personalidad trae consigo, es hora de que conozcas los rasgos que la define.

1. Excesivamente metódicos

Esta es la característica más resaltante de la personalidad perfeccionista, ya que en su búsqueda permanente por alcanzar nada menos que la perfección se obsesionan en los detalles más mínimos. De manera que son excesivamente rígidos con su actitud y con los planes que trazan para lograr algo, incluso en las tareas de la cotidianidad, para evitar que exista algún margen de error y no se conforman hasta seguir este patrón al pie de la letra.

2. Necesidad de control y orden

Debido a que son muy metódicos en la forma en que se desempeñan en cualquier área de su vida, tienen la necesidad permanente de tener el control de sus actos así como una organización ideal para que estos se lleven a cabo. No es de extrañar que las personas perfeccionistas se inclinen a hacer todo por cuenta propia, sin requerir la ayuda de nadie o trabajar en equipo, a menos que puedan tener la batuta y todos sigan sus reglas de la manera exacta a como ellos lo hacen.

3. Ningún margen de error

Para las personas perfeccionistas el error es sinónimo de fracaso, sin importar la magnitud del mismo, el impacto real que tenga en un asunto, que traiga una nueva oportunidad o que con su lección lo ayude a mejorar. Puede ser una equivocación que tenga arreglo, pero el tener que desviarse de su plan original así como verse atascado en un obstáculo momentáneo supone una gran cantidad de estrés y malestar anímico para él.

Incluso estos pueden derivar en otras conductas más negativas como ataques de pánico, tendencia a la procrastinación o depresión.

4. Todo o nada

Hablando de la tendencia a la procrastinación, las personas perfeccionistas pocas veces consiguen terminar una tarea por completo, ya que para alcanzar cualquier meta se deben atravesar por obstáculos inevitables y como esto les causa frustración prefieren dejar a un lado una tarea que crean inútil o la retrasan cada vez más por miedo a fracasar. También está el extremo opuesto, donde pueden obsesionarse tanto en alcanzar el objetivo establecido que, no importa cuánto les cueste o cuánto tarden, deben lograrla.

5. Rechazan las opiniones ajenas

Son personas sumamente egoístas y tercas, así que es normal verlos siempre trabajando por cuenta propia ya que solo confían en sí mismos y en su visión para lograr el objetivo propuesto. Lo cual tiende a traer problemas con compañeros de trabajo o estudio que quieran participar, dar su opinión o destacar en dicho proyecto compartido, ya que la persona perfeccionista rechazará su opinión y más aún su intento de colaboración.

6. Falso agrado

El perfeccionismo no se limita solo a las capacidades o el rendimiento de una persona a nivel profesional, sino que también implica mantener una imagen personal ideal. Así que se esfuerzan en tener una apariencia pulcra, formal y atractiva ante los ojos de los demás a su alrededor, de manera que pueda ganarse su confianza y dejarse liderar por él.

Esto también implica conductas de falso agrado donde la persona perfeccionista finja sentirse a gusto en un lugar, agradarle alguna persona o manifestar un compañerismo momentáneo, con tal de que eso beneficie su aspecto de persona perfecta en todos los sentidos.

7. Los resultados cuentan

Siempre están absortos y preocupados en el resultado que obtendrán en su desempeño, por lo que no les molesta invertir una cantidad de tiempo, energía y recursos excesivos, si eso les lleva a conseguir un efecto favorable y excelente. Esta es la razón por la cual no disfrutan en absoluto el proceso creativo y de creación e algo, sino que siempre se muestran ansiosos por llegar al final.

8. Adiós al ocio

Y como prefieren pasar todo el tiempo inmiscuidos en una tarea hasta hacerla perfecta, no tienen tiempo para el disfrute propio o con su círculo social e incluso puede llegar a aborrecerlo, porque lo ve como una distracción innecesaria para su éxito o que pueden perjudicar su imagen perfecta.

Además no ven la necesidad de tomarse un descanso ya que esto es improductivo con su desempeño, es tiempo ‘perdido’ que pueden estar invirtiendo en alguna mejora o que interrumpe con sus planes elaborados. Cuando toman alguna clase de reposo es también planificada, incluyendo las horas exactas de sueño que mantendrán.

9. Tendencias pesimistas

La tendencias pesimistas son muy comunes entre las personas perfeccionista ya que siempre están esperando que algo malo ocurra, critican todo de manera constante y mantienen exigencias muy altas hacia sí mismos. Lo cual no permite que disfruten o celebren alguna clase de triunfo, siempre están visualizando los errores que han cometido y que en cualquier momento pueden fracasar (el cual es su mayor temor).

10. Falta de desligamiento

Los perfeccionistas pueden ser relacionados con las personas tacañas y compulsivas, ya que tienen problemas para desligarse de los objetos así no tengan ningún valor especial para ellos. Si creen que es todavía funcional de alguna manera, lo conservan, este comportamiento también los lleva a empeñarse en evitar desistir de hacer algo, aunque no tengan idea de cómo llevarlo a cabo.

11. Miedo intenso al fracaso

Todos esos sentimientos de inseguridad, los pensamientos pesimistas, el estrés y preocupaciones constantes y las autocríticas devaluativas es por una misma razón: el miedo intenso al fracaso. Esto se debe a que el fracaso es la prueba más fehaciente de que no son perfectos y eso no es aceptable en ninguna circunstancia, porque sino pueden ser perfectos, ¿entonces, podrán servir para algo?

12. Autoevaluaciones negativas

Mucha gente cree que las personas perfeccionistas están cuestionando y castigando todo el tiempo a las personas a su alrededor cuando no hacen bien alguna tarea y, aunque sí exista este comportamiento, en realidad los perfeccionistas pasan todo el tiempo criticándose cruelmente a sí mismos. Teniendo pensamientos negativos sobre sus capacidades, cuestionando sus decisiones y evaluando minuciosamente cada paso que dan.

13. Méritos propios

Esta autoevaluación negativa no les impide por supuesto buscar tener mérito propio en sus proyectos y por eso prefieren hacerlo todo a su manera y por cuenta propia, ya que creen que es la única manera ideal de hacerlo. Es por ello que nunca verás a un perfeccionista pedir ayuda a sus compañeros para llevar a cabo un trabajo (así lo necesiten) o preferir una labor en equipo, donde tenga que compartir el éxito o se exponga a que las opiniones de los demás lo lleven a la derrota.

14. Alto nivel de competitividad

Por el contrario, en lugar de solicitar ayuda a sus compañeros, los ve como enemigos que debe derrotar para alcanzar su meta, así que se dedica más en demostrar su valor y en destacar por encima de los demás, sobre todo en demostrar que sus ideas son las que traen los resultados más perfectos.

15. Inflexibilidad moral

Como mencionamos anteriormente, la perfección no se limita al desempeño, ni tampoco a la apariencia, sino también a sus creencias y valores personales. Por esa razón, puede desentonar con facilidad en un lugar o desagradarle una persona que no siga sus mismos estándares morales o sociales aceptables.

16. Nunca es suficiente

Las metas que se proponen las personas perfeccionistas nunca tienen fin, esto quiere decir que si logran llegar a la cima, encontrarán alguna manera de seguir creciendo incluso a la fuerza, aunque no tengan ningún problema aparente. Paradójicamente, el alcanzar su meta puede convertirse en una especie de estancamiento y por ello intentan visualizar: ¿qué es lo que puedo hacer para mejorar y continuar su perfección?

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