¿Qué es el chantaje emocional y cómo detectarlo?

Expresar nuestras emociones es ideal para conocernos a nosotros mismos y relacionarnos con los demás pero, ¿qué sucede cuando se utiliza como arma?

Chantaje emocional

No hay nada más placentero que poder expresar nuestras emociones y tener el control de ellas, evitar desbordarnos, comunicarnos con fuerza, ser empáticos con las situaciones de los demás y escucharlos atentamente para ofrecer una mano amiga cuando sea necesario.

En definitiva, existen muchos beneficios para poner en práctica nuestra inteligencia emocional, no solo en conocernos a nosotros mismos, sino en poder relacionarnos con los demás de la mejor forma posible.

Pero, ¿sabías que la emoción también puede ser utilizado como una peligrosa arma? Por desgracia, existen aquellas personas que solo observan la amabilidad o la vulnerabilidad de los demás como una oportunidad egoísta para obtener beneficios propios a través del chantaje emocional. Siendo este un círculo vicioso que es capaz de alterar la percepción de todos los involucrados acerca de la manera de dar y recibir atención, cariño y aprecio.

¿Quieres saber un poco más sobre ello? Entonces no te pierdas el siguiente artículo donde hablaremos sobre de qué se trata el chantaje emocional y cómo puedes detectarlo para salir de allí a tiempo o, mejor aún, nunca caer.

¿Qué es el chantaje emocional?

El chantaje emocional es como cualquier otro tipo de chantaje, en la cual una persona egoísta e interesada se aprovecha de la debilidad de otro para que este le provea algo que desea, mediante el uso de manipulación, acusaciones, reclamos, conductas pasivo-agresivas o comportamientos vulnerables falsos (es decir, que se jueguen a hacerse la víctima). Con la finalidad de tener el control completo sobre la relación que mantengan con dicha persona, siendo por completo desapercibido por esta.

Solo que en este caso, el chantaje es a nivel sentimental, por lo que el perpetrador utiliza los sentimientos que su pareja o compañero tiene hacia este como una carta libre para satisfacer sus demandas. También está el caso que se aproveche de sus emociones para mantenerlo a su lado y restringir su libertad, por querer recibir toda la atención de esta persona únicamente para sí misma, trayendo así consecuencias a la calidad de la relación e incluso hacia la confianza propia de la persona que está siendo chantajeada.

¿Por qué las personas recurren al chantaje emocional?

Existen varias razones por la cual las personas tienden a utilizar canales de manipulación o control en una relación, sin importar que tipo sea (amistad, laboral, familiar o íntima) pero estos motivos siempre convergen en un mismo origen: miedo a ser abandonadas. Esto lleva a las personas a adquirir comportamientos obsesivos y egocéntricos en las relaciones interpersonales, de manera que puedan ocultar su inseguridad y asegurarse al mismo tiempo de que reciban la atención que desean y ellos creen merecer para sentirse ‘amados’.

Cabe destacar que esta percepción de amor que poseen es por completo distorsionada, ya que buscan sus propios intereses por encima de las necesidades de los demás, es decir, no les importa en realidad los sentimientos de las otras personas, porque solo importa que los chantajistas obtengan lo que quieren. De no ser este caso, piensan que tienen la libertad de acusar a sus compañeros de traición, distanciamiento emocional, engaño, poca afectividad y reciprocidad, falta de empatía, etc.

Chantajista

Formas de reconocer un chantaje emocional

En chantaje emocional es agotador y cambia drásticamente la forma en que vivimos, por ello es importante saber cómo reconocerlo para alejarnos de ese entorno.

1. Constante tergiversación en sus discursos

Esta es una de las características más resaltantes de las personas manipuladoras, las cuales cambian una y otra vez su discurso, a pesar de que se les enfrente directamente por sus palabras. Siempre encuentran la forma de hacer creer al otro que es él quien entendió mal o que es una justificación defensiva por sentirse atacado.

Debido a que no son capaces de afrontar la responsabilidad real de sus actos y hacen un cambio drástico de su posición de victimario a víctima, con lamentaciones, excusas o pasando lista de lo que ellos hacen por su pareja y que no le reconocen según ellos.

2. Normalidad forzada

Esto es también conocido como ‘el elefante en la habitación’ y trata de la incomodidad que la persona chantajista crea a su alrededor, a través de una molestia silenciosa. Es decir, finge que no pasa nada cuando en realidad si ocurre algo muy grave, pero que no quiere hablar al respecto, sino que prefiere evitar.

Sin embargo, esta evitación solo genera más conflicto entre la pareja o en cualquier relación ya que, nunca se resuelve el problema y los sentimientos de malestar siempre siguen presentes y en aumento. Incluso, las personas chantajistas pueden utilizar esta molestia como una amenaza.

3. Amenazas continuas

Hablando de amenazas, este punto es también sumamente común en las personas manipuladoras y que suelen utilizar cuando se sienten solitarias o en peligro de ser abandonadas con la ruptura de la relación. De manera que, para evitarlo, lanzan amenazas constantes a su pareja, bien sea en modo pasivo agresivo (hablando de sí mismos de forma despectiva) o de manera directa agresiva (diciendo que se sienten mal por el comportamiento de su pareja o que la separación causará problemas en ellos).

4. Exigencias y expectativas irreales

Este comportamiento es muy esperado en los chantajistas, en especial cuando consiguen retener a sus parejas después de una amenaza o cuando éstos ‘reconocen’ su error de manera forzada. Por lo que para ‘ganarse’ su perdón, deben complacerlas en todo lo que quieran, sin importar si se encuentra en las posibilidades de sus parejas o familiares.

El problema con ello es que estas demandas y exigencias nunca serán satisfechas, por el contrario, pedirán más y más, alejándose de las necesidades de la otra persona, porque solo se centran en complacerse a sí mismos, para sentirse bien en la relación.

5. Constante autocastigo

No todos los chantajes son directos y agresivos, hay quienes basan su manipulación emocional en que la gente sienta lástima por ellos, para que se ‘compadezcan’ y las cuiden mientras satisfacen sus deseos o necesidades. De manera que estas personas no atacan a sus compañeros, sino que se atacan a sí mismos con actos de desvalorización personal que preocupan a los demás.

Cómo hacer grandes sacrificios inexistentes, echarse la culpa por los problemas, tergiversar las palabras de su pareja, buscarle un significado negativo a los actos que este hace, decir que se siente mal con su papel en la relación y en casos más extremo llegando a autolesionarse. Todo esto con el fin de despertar el remordimiento en las personas y hacer los posible para que se sientan mejor.

6. Resistencia defensiva

Las personas chantajistas siempre quieren tener la razón, porque creen que la tienen y no hay poder en el mundo que las haga considerar que están equivocadas, por lo que tienden a pelear de manera constante hasta que la contraparte se rinda o se canse, ganando así la batalla. Este reflejo se da porque la pareja no ha complacido sus exigencias o la ha confrontado, cosa que es por completo inaceptable para la persona chantajista ya que siente que se lo merece y por ende, es injusto que no se la complazca.

Por lo que puede crear berrinches, expresarse de manera estrepitosa, pelear de forma dramática, discutir, acusar a la pareja de insensible o tacaño, etc.

7. Gaslighting

Este es uno de los abusos emocionales más sutiles pero impactantes de todos, ya que la persona chantajista logra jugar con la mente de su compañero, llegando a ser capaces de dudar de sus acciones, creencias, percepción de la realidad o palabras dichas y moldearlas a lo que la persona chantajista desea o más le convenga. Con la finalidad que que este quede libre de toda acusación y quede como el que pone más esfuerzo en la relación, mientras que la persona manipulada queda con un malestar permanente y la necesidad de resarcir su equivocación (la cual nunca cometió).

Esto es clásico en los ejemplos de infidelidades (donde se justifica la traición por falta de atención, amor o comprensión) o cuando una de las partes no se compromete en la relación (alegando que nunca dijo que lo haría).

8. Chantaje mercantilista

Uno de los chantajes emocionales más clásicos, en donde la persona aparenta mostrar una actitud amable y desinteresada por otorgar alguna clase de dinero, al invitar al otro, pagar una deuda o dar regalos, que en muchas ocasiones nunca se pidió que lo hiciera. Cuando ocurre algo que a la persona manipuladora no le gusta o no se cumple una demanda, puede utilizar esos gastos como un arma de ataque, alegando que solo ella es quien realiza sacrificios monetarios.

9. Minimizan a los demás

Para las personas manipuladoras, sus problemas son los únicos que valen y sus necesidades tienen prioridad por encima que las de cualquier otra persona, así sus exigencias sean superficiales o no tengan ningún aporte a la relación, ni a sí mismos. Esto se debe a que son personas egoistas y solo piensan en la manera de asegurar su bienestar, así que no te sorprendas si, a pesar de escuchar y atender los problemas de su pareja, en realidad terminan desviando la atención hacia sus deseos.

De igual manera pasa con las metas de sus parejas, las cuales si no los benefician hacen lo posible para eliminarlas, haciendo sentir a la persona que no logrará nada con ello o que no es lo suficientemente buena para tener éxito. Para ello utilizan un lenguaje verbal muy insultante, que sólo menosprecia la capacidad de los demás, debilitando sus ganas de crecer.

10. Abusan de la debilidad de los demás

Todos tenemos algún punto débil, una vulnerabilidad que intentamos evitar o un tema que nos vuelve sensibles y preferimos alejar lo más posible porque nos causa malestar e inseguridad. Pero, estas son armas preciadas para las personas chantajistas y no dudan en utilizarlas en su favor para lastimar a los demás y recalcando que solo se pondrán peor sin ellos o que ellos son los únicos que los aceptarán así.

Por ello, es normal ver a personas abusivas con parejas o rodeadas de amistades que poseen grandes inseguridades, ya que eso les da una sensación de poder sobre ellos.

11. Cambios de humor bruscos

Una persona manipuladora puede aparentar estar a gusto en un entorno o con las amistades de su pareja, siempre mostrándose contenta y amistosa, pero una vez que están en la intimidad esto cambia por completo y pasa a ser una persona amargada y poco complacida. Esto también sucede en cualquier entorno que no la satisfaga o que crea le está robando la atención de su pareja, por lo que le hace saber lo infeliz que es con eso.

12. Círculo vicioso

Todos estos comportamientos se repiten una y otra vez en un círculo continuo y vicioso, aumentando cada vez más, a pesar de que existan espacios de calma y felicidad, ya que estas desaparecen muy pronto. Por lo que, a menos que se busque ayuda profesional, esto nunca mejora.

Así que ya sabes las pautas para detectar un chantaje emocional y alejarte por completo de estas personas que solo te robarán tu tranquilidad.

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