Bulto en la axila: posibles causas, síntomas y qué hacer

Es un problema bastante común y no tiene por qué ser grave.

Bulto en la axila

¿Te ha salido un bulto en la axila y no sabes qué es? A muchos y muchas nos han pasado, y no tiene por qué ser nada grave. Todo dependerá de las características del bulto y de los síntomas asociados. Siempre, no obstante, deberemos acudir a un especialista para que nos oriente.

En este artículo conoceremos algunas de las posibles causas que explican por qué aparece este bulto, además de los síntomas que pueden acompañarlo e ideas sobre qué hacer (alternativas de tratamiento).

Un bulto en la axila: ¿es grave, doctor?

Un bulto en la axila es una pequeña formación, que puede ser dura o blanda, y que se crea bajo la piel. Este bulto puede ser de diferentes tipos y presentar unas características u otras: forma redondeada, uniforme, dolor asociado, etc. Dependiendo de todo esto, las causas del mismo serán unas u otras.

Así, puede ser que en alguna ocasión te haya aparecido un bulto en la axila. Antes de alarmarte, recuerda que la aparición de uno de ellos puede deberse a muchos factores. Vamos a verlos a continuación.

Posibles causas

Existen diferentes causas que pueden explicar el origen de un bulto en la axila. Vamos a ver las causas más comunes.

1. Formación de un quiste

La causa más común es un quiste (también llamado forunculosis o forúnculo). Pero ¿en qué consiste exactamente y cómo se produce? Se trata de una infección del folículo piloso o de una inflamación de las glándulas sudoríparas.

Es decir, se produce por una infección de la glándula productora del sudor, que es la que desemboca en la salida del vello de las axilas. Al infectarse dicha glándula se produce una obstrucción de la salida del sudor, lo que crea un tejido donde es muy fácil que las bacterias aparezcan y se reproduzcan.

La infección, si se mantiene en el tiempo y no se cura, acaba taponando la salida del sudor. A consecuencia de ello, se forma el bulto en la axila, es decir, el quiste. Dicho quiste suele doler cuando lo tocamos o al presionar.

Estas infecciones son más frecuentes en las mujeres, y además, pueden aparecer con más frecuencia en personas que padecen factores de riesgo, tales como: diabetes, obesidad y alteraciones inmunitarias.

2. Inflamación de un ganglio linfático

Otra posible causa si nos aparece un bulto en la axila, como ya hemos adelantado, es la inflamación de un ganglio linfático. Los ganglios linfáticos se encuentran en los vasos linfáticos, y son pequeñas estructuras que participan en la defensa de nuestro cuerpo.

Su objetivo es filtrar la linfa, así como recoger y eliminar posibles bacterias y virus (microorganismos) que quieran penetrar en el organismo. Pero, ¿por qué se inflaman los ganglios linfáticos? Porque cuando nuestro organismo se protege contra una infección, los linfocitos que se encuentran en el interior de los ganglios, se multiplican a gran velocidad, y de esta manera los ganglios se inflaman.

Así que, cuando la causa de nuestro bulto en la axila es la inflamación de un ganglio linfático, deberemos acudir a un médico para que nos determine bien su causa, ya que en ocasiones esta subyace a enfermedades graves.

3. Tumor

Un bulto en la axila también puede ser un tumor. Un tumor es una alteración de los tejidos, que crecen de forma anormal, produciéndose un aumento de su volumen. Los tumores también pueden aparecer en las axilas. Estos pueden ser benignos o malignos (cáncer). No obstante, cabe recalcar que este escenario es poco probable, por lo que no debes preocuparte, pero sí debes acudir a tu centro médico para salir de dudas.

4. Acumulación de grasa

La causa del bulto en la axila también puede ser una acumulación de grasa. Esta acumulación se forma bajo la piel, y a veces recibe el nombre de lipoma. En este caso se trata de bultos sólidos, y su estructura es uniforme. No están infectados, debido a que no se comunican por ningún poro con el exterior.

En este caso no se trata de algo grave, más allá de las molestias que pueda ocasionar. Se puede eliminar a través de una cirugía sencilla o mediante liposucción (aspiración).

Síntomas

Los síntomas que aparecen cuando tenemos un bulto en la axila pueden variar. Sin embargo, cuando el bulto se produce por una inflamación, el principal síntoma es el dolor del bulto (aunque no tiene por qué producirse siempre).

También se puede producir inflamación de la zona. A veces el dolor y la inflamación repentina de los ganglios se asocia con un origen infeccioso del tumor, y la ausencia de dolor y la hinchazón, con un tumor. Pero debemos ir con cuidado, porque estos criterios no se cumplen siempre, y sólo un médico especialista podrá ofrecernos un diagnóstico fiable.

Otro síntomas que pueden aparecer son: dolor al presionar el bulto, dolor de oído, rinitis, lesiones cutáneas, molestias al tragar, etc. Cuando estos síntomas se suman a los iniciales, es probable que la causa de nuestro bulto sea infecciosa.

Sin embargo, cuando la causa es otra, como por ejemplo un linfoma de Hodgkin, los ganglios inflamados no producen dolor y se acompañan de los siguientes síntomas: picor, gran pérdida de peso, cansancio, sudoración nocturna y fiebre. Por su parte, un linfoma es un tipo de cáncer que se origina en los linfocitos (glóbulos blancos); el linfoma de Hodgkin es un tipo de ellos.

Tratamiento

El principal tratamiento empleado para un bulto en la axila, si se ha originado por una infección, son los medicamentos antibióticos (normalmente contra el estafilococo). El estafilococo es una bacteria que aparece en forma de racimos, en zonas como la piel o la faringe, en sustancias como el agua, y también en el aire.

Otra opción es aplicarse un antibiótico tópico, siempre bajo prescripción médica. Además, antes del uso de antibióticos, se puede optar por utilizar pomadas desinfectantes y compresas calientes. A veces, dependiendo del caso, será necesario que se realice una incisión en el bulto de la axila para que el pus de su interior salga al exterior.

Por otro lado, si a pesar del uso de fármacos antibióticos el bulto en la axila no desaparece, se opta por un drenaje o una intervención quirúrgica. El objetivo será extraer el bulto de forma completa. El drenaje, por su parte, se aplica a la estructura que envuelve siempre el bulto y que produce un líquido. También se deberá extirpar esa estructura.

Además del tratamiento, la prevención también será muy importante; es por ello que, después de haber tenido un bulto en la axila, se recomienda utilizar geles germicidas o antisépticos durante un tiempo. También se recomienda evitar los desodorantes oleosos y grasos y se aconseja mantener una higiene adecuada.

Referencias bibliográficas

  • Amorrortu, J., González de Vicente, R., Gallo, S., Folch, J. y González Martínez, R. (2010). "Doctor, tengo un bulto en la axila". Adenomegalia siliconomatosa postmamoplastia de aumento: a propósito de ocho casos. Cirugía Plástica Ibero-Latinoamericana, 36(2).

  • Sáenz, J. (2009). Ganglio linfático. Caso práctico. XXXII Reunión anual de la SEAP. Curso de Formación Continuada. Citología por punción con aguja fina (PAAF).

  • Sanitas. (2019). ¿Qué hacer si detectamos un bulto en la axila? Biblioteca de Salud: Prevención - Salud.

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