Los 15 alimentos que no deben estar en la nevera

Tenemos tendencia a guardar muchos alimentos en la nevera y a veces no deberíamos

Los 15 alimentos que no deben estar en la nevera

La llegada de la nevera a nuestros hogares ha revolucionado el modo que tenemos de conservar la comida. Vemos a este electrodoméstico como el aliado ideal para la conservación de nuestros alimentos. Sabemos que muchos de ellos como yogures, zumos, pescados, carnes o sopas no durarían ni 24 horas fuera de la nevera. Otros aguantan bastante fuera de la nevera pero dentro lo hacen mucho más. Y finalmente hay los que no deberían ir en la nevera.

Exiten alimentos a los que no les conviene el frío de la nevera, porque se estropean o pierden el sabor, el gusto o la textura que tienen. Es necesario conocer cuáles son los alimentos que no deben estar en la nevera y a continuación los tenemos.

Principales 15 alimentos que necesitan estar fuera de la nevera

Ese acto tan cotidiano de abrir su puerta y poner el alimento dentro justo al volver de comprar no siempre es sinónimo de buena conservación. No en todos los casos es una mejor opción, llegando a poder ser contraproducente. Algunos alimentos pierden algunas de sus características si los ponermos en la nevera.

A continuación vemos la lista de los alimentos que deberíamos alejar de nuestro electrodoméstico de conservación por excelencia.

1. Chocolate

Todos hemos visto alguna vez que al cabo de un tiempo de tener el chocolate en la nevera aparece en él una capa blanquecina. Cuando esto pasa el sabor no es el mismo y la placentera experiencia de comerlo no es la misma.

El chocolate se conserva perfectamente fuera de la nevera, en un lugar fresco y bien cerrado. Su textura también es mejor y se preservan sus sabores y aromas, pues en la nevera puede absorber olores indeseados. Solo si fuera hace mucho calor o si tiene rellenos de lácteos vale la pena guardarla ahí, sobre todo si ya hemos abierto el paquete.

2. Café molido o en grano

Si ponemos el café en el refrigerador puede coger olores de la comida que haya ahí, perdiendo su sabor característico. La mejor manera de conservar su frescura, sabor y aromas es buscar un lugar fresco para él y que quede tapado de la exposición a la luz.

3. Miel

La miel tiene una altísima concentración en azúcares, lo que impide la actividad microbiana. Puede conservarse perfectamente mucho tiempo a temperatura ambiente si está bien cerrada en algún armario. En la nevera podría estar pero los azúcares se cristalizan y entonces la textura no es tan buena.

4. Jamón ibérico

El jamón es una carne pero se puede conservar bien fuera. Esto es debido a su proceso de elaboración, pues hay mucha sal y menos agua que en las otras carnes. Parecido al caso de la miel entonces, los microbios tienen muchísimas dificultades para crecer allí.

En cambio, si la refrigeramos pierde su sabor original de sus grasas. Es mejor conservarlo a temperatura ambiente y listo para comer cuando lo deseemos, o bien podemos tenerlo en la nevera pero la sacaremos al menos 10 minutos antes de consumir para disfrutar de él.

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5. Frutas con hueso o pepitas

Generalmente la fruta no madura bien con el frío y luego no sabe tan bien. Permite que melocotones, albaricoques, nectarinas, ciruelas, manzanas y peras maduren a temperatura ambiente. Una vez que estén maduros y listos para comer, puedes guardarlos en la nevera hasta tres días.

6. Sandía y melón

La sandía y el melón y la melaza están repletos de antioxidantes como la vitamina C, la zeaxantina, el licopeno y el betacaroteno, que neutralizan los radicales libres que dañan las células. Para preservar estos nutrientes que protegen la salud evita cortar la fruta y guardarla en la nevera, es preferible mantenerla entera y fuera de la nevera. El aire frío arruinará sus delicados antioxidantes.

7. Piña, mango, papaya y demás frutas tropicales.

Si hemos visto frutas que son susceptibles a empeorar con el frío, las frutas tropicales son las que más lo acusan. Frutas como la piña, el mango o la papaya deben evitar pasar su período de maduración allí, pues el sabor y el aroma queda bastante alterados. Una vez maduros sí que se pueden guardar un par de días en la nevera.

8. Plátano

El plátano también es una fruta tropical y la idea es la misma. Una vez maduro sí se puede meter en la nevera. La cáscara del plátano puede quedar más negra pero por dentro el gusto será bueno.

Por otro lado, no debemos guardar el plátano en un sitio sin ventilar con otra fruta, pues esta madurará más rápidamente. Solo lo haremos si realmente nos apetece mucho comer esa otra fruta y queremos que acelere su proceso de maduración

9. Aguacate

El aguacate en realidad también es técnicamente una fruta tropical, aunque a menudo no la concebimos dentro de la categoría de las frutas. Tiene un alto contenido en grasas en contraposición a la mayoría de frutas, pero sigue debe madurar fuera de la nevera hasta que esté madura.

Cuando esté completamente maduro sí puede almacenarse en el refrigerador para que aguante un poco más de tiempo. El aguacate es un poco delicado, no esperes mucho en comerlo.

10. Albahaca y perejil

Dentro de la nevera la albahaca se marchita con rapidez. La mejor forma de conservarla unos días es en un vaso con agua fuera de la nevera. Ahora bien, si necesitamos guardarla para más tiempo entonces lo mejor es hervirla y conservarla en bolsitas dentro del congelador

11. Cítricos

Los cítricos como limones, limas, naranjas y pomelos se conservan mejor fuera, como en una canasta en la encimera. En caso de no poder comer esa fruta en algunas semanas es mejor dejarla en un lugar fresco, seco y bien ventilado hasta que estés listo para comerla.

12. Patatas

Las patatas deben conservarse en un lugar seco y fresco. Aun así, la temperatura de la nevera es demasiado baja y favorece el desarrollo de gérmenes que aumentan la solanina. Este es un componente tóxico que también crece si a las patatas les toca la luz. Se puede detectar porque se extiende una mancha verdosa en su piel.

13. Ajos y cebollas

Igual que las patatas, lo mejor para los ajos y las cebollas es conservarse en un lugar fresco y seco. Pero, ¡cuidado! Si se guardan juntas patatas y cebollas se pudren antes, pues juntas interaccionan con los gases que emiten y se estropean.

Por otro lado, si los ajos y las cebollas se guardan en el frigorífico se reblandecen e incluso se pueden adquirir moho. Cebolletas y cebollinos sí que pueden ir debido a su alto contenido en agua.

14. Pan

Hay personas que piensan que almacenar el pan a la nevera es una buena idea. Podría serlo si se tratara de un sándwich con un relleno jugoso que se pueda estropear. Pero la verdad es que el pan sólo en la nevera se vuelve duro más rápidamente que si está fuera.

15. Tomates

El frío rompe las membranas interiores de los tomates, con lo que se vuelven más harinosos. Para comer tomates con una textura y sabor ideal déjalos fuera de la nevera en una cesta o un carrito.

Referencias bibliográficas

  • Alais, C y Linden, G. (1990). Bioquímica de los alimentos. Barcelona: Masson, S. A.

  • Bello Gutiérrez, J. (2000). Ciencia bromatológica. Principios generales de los alimentos. Madrid: Díaz de Santos.

  • Fennema, O. (2000). Química de los alimentos. Zaragoza: Acribia.

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