La bulimia es un trastorno mental clasificado dentro de los trastornos alimentarios. Podremos diferenciar distintos tipos de esta patología según el modo de conducta compensatoria, el peso del sujeto o el grado de remisión o de gravedad.
Los criterios típicos de la bulimia que deben cumplirse para poder realizar el diagnóstico son la presencia de atracones de modo recurrente, la realización de conductas copensatorias, el cumplimeniento de criterios como mínimo una vez a la semana durante tres meses y una autoevaluación o autovaloración muy influida por el peso y la imagen corporal.
Asimismo, se observa un patrón característico de presencia de la patología, vinculado frecuentemente con una repetición en forma de bucle. Se realiza una fase a atracón, seguida de fase de conducta compensatoria y por último una fase de vigilancia y de aumento de las restricción. Los distintos tipos como hemos apuntado se distinguen según: si se observa o no conducta purgativa, si el individuo presenta sobrepeso u obesidad o peso variable, si se muestran aún síntomas o si son más o menos graves dependiendo del número de conductas compensatorias por semana. En este artículo hablaremos de la bulimia, en qué consiste esta patología y qué tipos de ella existen.
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¿Qué es la bulimia?
La bulimia es un trastorno de la conducta alimentaria, repercutiendo no solo a la salud física sino también a la salud mental. La última versión del Manual Diagnóstico de la Asociación Americana de Psiquiatras (DSM 5) lo clasifica como trastorno independiente, siendo necesario que se cumplan 5 criterios.
El criterio A requiere que se muestran episodios recurrentes (repetidos) de atracones, entendido este como la conducta de comer una gran cantidad de comida en un corto periodo de tiempo, menor que el empleado por la mayoría de sujeto y una sensación de pérdida de control ante la conducta de comer.
El criterio B que también debe de mostrarse es la realización de conductas compensatorias inadecuadas, para contrarrestar los atracones y evitar el aumento de peso. Las conductas utilizadas pueden ir desde el consumo de laxantes o de diuréticos hasta la provocación del vómito. Esta combinación de atracón y conducta compensatoria debe observarse mínimo una vez a la semana durante tres meses.
Asimismo, la autoevaluación y la valoración de uno mismo está muy influido por el aspecto físico y condición corporal. Por último, es necesario realizar diagnóstico diferencial con la anorexia, donde se observará un bajo peso.
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Fases de la bulimia
Ahora que ya conocemos los criterios necesarios que deben cumplirse para poder hacer el diagnóstico de bulimia, nos será más fácil comprender las fases por las que pasa la bulimia y el bucle en el que entran los sujetos con esta patología. Es posible dividir el comportamiento de la bulimia en tres fases, debemos contemplar estas como un círculo o bucle.
1. Atracón
Como hemos mencionado, unos de los criterios indispensables es la aparición de atracones recurrentes. En estos episodios el sujeto come gran cantidad de alimentos en muy poco tiempo. Pierde el control y come los alimentos prohibidos, que evita cuando está en periodo de vigilancia. El tipo de alimentos pueden ser de todo tipo y en cualquier condición incluso sin cocinar. Se observa así una conducta impulsiva.
2. Conducta compensatoria
Otro criterio que presenta este trastorno consiste en la realización de conductas compensatorias, que intentan contrarrestar el atracón y disminuir el malestar que le provoca el haber comido tanto. Así, se llevarán a cabo conductas como toma de medicamentos (como los recetados para el hipotiroidismo) o laxantes, provocación del vómito o realizar ejercicio de forma excesiva.
3. Fase de vigilancia
En esta fase sigue el malestar por haber realizado la conducta de atracón, así que el sujeto se marca un plan de ejercicio y de alimentación muy estricto, esta restricción sumada a los continuos pensamientos rumiativos, repetitivos, acerca de su falta de control sobre la alimentación incrementan el riesgo que aumenten su estado de ansiedad y estrés, haciendo así mayor la probabilidad que vuelva a mostrar un atracón.
¿Cómo se clasifica la bulimia?
Aunque las características de base son las mismas y se deben cumplir los criterios antes mencionado de atracón más conducta purgativa, podemos diferenciar distintos tipos de bulimia según cuál sea la conducta compensatoria, si se relaciona con la presencia de obesidad o no, el momento de remisión o la gravedad de la sintomatología.
1. Bulimia tipo purgativa o purgante
Como bien nos indica el nombre este tipo de bulimia se caracteriza por la presencia de una conducta purgativa como conducta compensatoria y con el propósito de revertir el atracón realizado. De igual modo, que el atracón no es planeado y responde más a una conducta impulsiva, en el caso de la conducta purgativa sucede lo mismo el sujeto la hace sin pensar, sin tener en cuenta las consecuencia negativas que comporta.
Las conductas de purga son perjudiciales para la salud y más si se realizan de forma repetida. Estas conductas pueden ir desde provocación de vómito, los cuales si se producen de forma continuada pueden dañar el tubo digestivo a causa de la subida de los ácidos gástricos, hasta la utilización de laxantes, diuréticos o enemas. También se ha observado la toma de fármacos para tratar el hipotiroidismo, es decir, el consumo de hormona tiroidea sin prescripción médica o el abandono de la insulina por parte de individuos con diabetes tipo I que necesitan de su administración.
Al final estas conductas como es obvio repercuten en la correcta alimentación del sujeto y el adecuado funcionamiento del cuerpo, no dejando que los nutrientes necesarios sean absorbidos. La bulimia tipo purgativa se vincula con mayor gravedad de la distorsión corporal, un deseo más intenso por mantenerse o conseguir ser delgado/a, mayor alteración en los patrones de alimentación. En definitiva mayor severidad de la psicopatología sobre todo relacionada con síntomas depresivos y obsesivos.
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2. Bulimia tipo no purgativa o restrictiva
En el caso de la bulimia restrictiva no se observa la realización de conducta purgativa, es decir, no se muestra una conducta compensatoria como tal pero se presentan igualmente conductas peligrosas para la salud del individuo. Las conductas restrictivas suelen consistir en ayunos, es decir, el sujeto reduce de modo peligroso la comida consumida y/o la realización de ejercicio físico excesivo, superando los límites recomendados. La intención de estas conductas es compensar los atracones.
Vemos cómo con este tipo de compensación disminuimos el riesgo de las conductas purgativas antes apuntadas, como el vómito, pero se muestran otros como un estado de desnutrición y deshidratación o un cansancio o desgaste muscular y físico excesivo, dado el intenso nivel de deporte realizado, aumentando también el riesgo de sufrir un accidente cardiovascular.
3. Bulimia vinculada con la obesidad o sobrepeso
La bulimia se puede observar en sujetos que muestran sobrepeso (con IMC a partir de 25) o obesidad (con IMC de 30 o superior), aunque estas no son condiciones necesarias y podemos realizar el diagnóstico de bulimia en sujetos con normopeso. En estos casos observamos una predisposición a presentar este tipo de trastorno alimentario, mostrando una gran importancia otorgada a la apariencia física, al peso y a la imagen corporal. Como ya hemos dicho realizan la autoevaluación y autovaloración dependiendo de su estado físico.
4. Bulimia vinculada a un peso variable
Este tipo de bulimia se asocia habitualmente con sujetos que muestran tendencia a realizar dietas muy restrictivas inadecuadas que generan un efecto yo-yo, que consiste en una pérdida rápido de peso que derivar en una recuperación de peso incluso mayor a la inicial, es decir, puede llegar a pesar más que antes de hacer la dieta. Este tipo de patrón tan variable se ha visto más perjudicial que mostrar un leve sobrepeso, que realmente supone un menor riesgo para la salud.
Asimismo, los sujetos con este tipo de bulimia normalmente se describen o definen como sujetos delgados, lo que quiere decir, que ellos no se consideran personas con obesidad ya que interpretan que su estado real es el de delgadez. Por este motivo, estos pacientes se muestran más reacios a pedir ayuda profesional a seguir y a cumplir el tratamiento de modo adecuado.
5. Bulimia según remisión
Consideraremos que la bulimia se encuentra en remisión parcial cuando, después de cumplirse todos los criterios requeridos para el diagnóstico, actualmente se muestran algunos de ellos pero no todos. Por consiguiente hablaremos de bulimia en remisión total cuando después de mostrarse todos los criterios necesarios para el diagnóstico, durante un periodo considerable de tiempo y en la actualidad, no se ha observado ningún criterio.
6. Bulimia nerviosa según la gravedad actual
Otro modo de clasificar la bulimia consiste en valorar la gravedad actual que muestra el sujeto, en qué estado se encuentra. La gravedad se puntuará según el número de conductas compensatorias inapropiadas por semana.
Así consideraremos bulimia leve si el paciente realiza en promedio de 1 a 3 episodios de conductas compensatorias inapropiadas por semana, bulimia moderada si el promedio es de 4 a 7 episodios de conductas compensatorias en una semana, bulimia grave si el promedio asciende a 8 a 13 conductas compensatorias en un periodo de una semana o bulimia extrema siempre que el promedio calculado en el periodo de una semana supere los 14 episodios de conducta compensatoria.
