11 mitos sobre la salud mental, desmentidos

En los últimos años hemos asistido a un importante movimiento en pro de la salud mental. Un tema que hasta hace no mucho constituía un tabú hoy se ha puesto sobre la mesa. Así, cada vez son más las personas que hablan sin tapujos sobre sus dificultades emocionales y no dudan en solicitar ayuda profesional para trabajar en ello. Sin embargo, es cierto que aún queda mucho trabajo por hacer.

Las carencias en materia de educación emocional se hacen evidentes en la población, y a pesar de la ardua campaña de divulgación de la que muchos profesionales y expertos participan, es obvio que siguen existiendo creencias erróneas sobre la salud mental. En este artículo vamos a tratar de desmentir algunos de los mitos más extendidos en relación con este aspecto.

• Te recomendamos leer: "Las 7 diferencias entre un psicólogo y un psiquiatra"

11 mitos sobre la salud mental

A continuación, hablaremos acerca de algunos mitos comunes acerca de la salud mental.

1. Las personas inteligentes no sufren problemas de salud mental.

En muchas ocasiones, se considera que la inteligencia hace a las personas inmunes al sufrimiento psicológico. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Los problemas emocionales pueden afectar a cualquier persona, con independencia de sus recursos económicos, su inteligencia, su edad o género. Sencillamente, todos somos susceptibles de pasar por ello, por lo que es un error asociar los problemas psicológicos con la menor capacidad intelectual.

2. Sólo es necesario cuidar la salud mental cuando existe una psicopatología

Muchas personas siguen creyendo que la atención a la salud mental sólo tiene cabida cuando existe el diagnóstico de una psicopatología. Sin embargo, todos y cada uno de nosotros deberíamos atender nuestro bienestar psicológico mediante hábitos que lo favorezcan. De la misma manera que cuidamos nuestra alimentación y hacemos ejercicio para mantener sano nuestro cuerpo, debemos saber poner límites, aprender a gestionar nuestras emociones, tomarnos descansos, cuidar nuestras relaciones sociales, etc. Muchas veces, estos cuidados pueden ayudarnos a prevenir posibles problemas emocionales en el futuro, por lo que no es preciso esperar a que aparezca un trastorno determinado para actuar.

3. Los niños no sufren problemas de salud mental

Uno de los mitos más extendidos y dañinos es el que sostiene que los niños no sufren problemas de salud mental. Esto tiene su origen en la creencia de que la infancia es una época naturalmente feliz y despreocupada, aunque nada más lejos de la realidad. Muchos niños y niñas atraviesan dificultades y momentos complicados de sufrimiento. Por ello, es importante entender que no hay una edad para sufrir problemas de salud mental. Tanto los niños como los adultos pueden vivir esta situación y todos merecen recibir atención y ayuda cuando sucede, sin minimizarlo o negarlo.

4. Los adolescentes no sufren problemas de salud mental, simplemente sufren cambios hormonales.

Otra creencia errónea es la que sostiene que los adolescentes no padecen problemas de salud mental, sino que poseen alteraciones emocionales derivadas de sus cambios hormonales. Es cierto que la adolescencia es un momento complicado donde se producen muchos cambios físicos, sociales y emocionales que pueden fomentar cierta inestabilidad emocional. Sin embargo, la realidad es que muchos adolescentes experimentan dificultades psicológicas que van más allá de los cambios propios de la etapa. Que se trate de un momento evolutivo con cambios no anula la posibilidad de que aparezcan psicopatologías. De hecho, la adolescencia es una fase crítica en la que debutan muchos trastornos psicológicos.

5. Los problemas de salud mental son inevitables

Muchas veces, se asume que los problemas de salud mental son una realidad inevitable. Sin embargo, esto no es en absoluto así. Una parte importante de los problemas emocionales que aquejan a la población son prevenibles si se realizan las intervenciones adecuadas. Entre las medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo de psicopatología se encuentra el entrenamiento de las habilidades sociales, el establecimiento de un vínculo adecuado con los progenitores, contar con unos hábitos de salud adecuados, disponer de un apoyo social sólido, etc.

6. Las personas que padecen problemas psicológicos son débiles

Otra creencia frecuente es la que defiende que los problemas psicológicos afectan únicamente a las personas débiles. Sin embargo, esto es rotundamente falso. Los trastornos emocionales no son algo que se pueda elegir o que dependa de la fuerza de voluntad. Constituyen problemas de salud que suceden como consecuencia de la confluencia de diversas variables. A nadie se le ocurriría pensar que una enfermedad médica aparece porque la persona no resistió lo suficiente, sin embargo, la visión suele ser mucho más dura con las personas cuando se trata de psicopatologías.

7. Las personas que tienen una vida sin problemas no pueden sufrir problemas mentales

Otra idea frecuente es la que sostiene que las personas sin problemas no pueden sufrir problemas mentales. Sin embargo…¿Qué entendemos por no tener problemas? Muchas veces asumimos que todo irá bien si tenemos dinero o personas que nos quieren alrededor. Sin embargo, a veces teniendo aparentemente “todo” algo por dentro nos falla. Tener una vida sin problemas aparentes a ojos de los demás o que existan personas con situaciones más complicadas no nos quita el derecho de sentirnos mal. En salud mental cada persona tiene unas circunstancias únicas y jamás se debe minimizar ni comparar el sufrimiento de cada uno.

8. Las personas con problemas de salud mental no se recuperan nunca

Es frecuente observar cómo muchas personas asumen que los problemas de salud mental son crónicos. Se piensa que las personas que los padecen nunca se llegan a recuperar, a lo que se añade un enorme estigma que hace que quien los sufre se sienta discriminado, infravalorado o juzgado. Es importante tener en cuenta que los problemas de salud mental pueden no sólo mejorar, sino resolverse por completo si se dispone del tratamiento adecuado.

9. Las personas con problemas mentales son violentas

Otra creencia errónea pero muy extendida es la que sostiene que las personas con problemas mentales son violentas y agresivas. Lo cierto es que esto es falso, aunque en esta idea ha influido enormemente la información expuesta en los medios de comunicación. Los casos puntuales en los que personas con enfermedades mentales han herido o dañado a otros han sido muy sonados, creando una imagen de los individuos con psicopatologías totalmente sesgada. Más que agresoras, quienes sufren problemas mentales suelen ocupar el papel de víctimas, pues su condición les hace más vulnerables a la violencia.

10. Las personas que sufren enfermedades mentales llevan malos hábitos de vida

Otro mito común es el que sostiene que las personas con problemas mentales son aquellas con hábitos de vida inadecuados, que consumen drogas o alcohol. Sin embargo, esto es falso. Es cierto que las sustancias pueden detonar el debut de muchas psicopatologías, pero eso no significa que todas las personas con problemas emocionales sufran debido a esta razón. Los trastornos psicológicos siempre son multifactoriales, lo que significa que no se deben a una causa única. Por el contrario, son muchas las variables que pueden favorecerlos. En definitiva, no todos los que pasan por dificultades emocionales tienen por qué consumir drogas o sustancias nocivas.

11. Las personas con enfermedades mentales no pueden llevar una vida plena

Muchas personas creen que padecer una enfermedad mental es sinónimo de dejar de vivir. Sin embargo, esto tampoco es cierto. En general, tener un trastorno psicopatológico no tiene por qué impedir que la persona pueda seguir con su vida, especialmente si dispone de tratamiento adecuado. Formar una familia, tener un trabajo, llevar una vida social satisfactoria…son cosas que se pueden lograr aunque se tengan dificultades emocionales.

No obstante, se debe tener en cuenta que no todas las psicopatologías son igualmente graves y no todas las personas lidian con ellas de la misma manera. Los casos más complejos en este sentido son aquellos en los que existen síntomas psicóticos, que pueden producir más dificultades sociales y mermar el funcionamiento cotidiano de la persona.

Conclusiones

En este artículo hemos hablado acerca de algunos mitos comunes acerca de la salud mental. Aunque en los últimos años se ha reducido el estigma en torno a las enfermedades mentales y se ha abierto un debate público sobre este tema, lo cierto es que aún hay mucho desconocimiento al respecto. Esto hace que proliferen muchos mitos y creencias equivocadas acerca de la salud mental, que pueden dificultar la comprensión de quienes atraviesan algún tipo de dificultad emocional.

Muchas veces, se vincula el tener problemas psicológicos con la debilidad, el consumo de drogas o la falta de inteligencia. También se comete el error de asumir que los niños y adolescentes no pueden sufrir problemas psicológicos. Por otro lado, muchas veces se cree que las enfermedades mentales impiden llevar una vida plena o que son condiciones crónicas intratables.

De la misma manera, es común pensar que no es posible prevenir los problemas de salud mental, cuando muchos de ellos sí son evitables. Además, hay un importante estigma alrededor de la enfermedad mental porque esta se suele asociar con comportamientos violentos o agresivos y desadaptados. Esto no es exactamente así, pues la mayoría de personas que sufren enfermedades mentales no sólo no son agresivas, sino que constituyen víctimas de violencia por su mayor vulnerabilidad.