Los 14 tipos de Ética (y sus características)

El ser humano siempre ha mostrado preocupación e interés por todo lo referente a la moral. Siempre ha existido un cuestionamiento de qué está bien y qué está mal y dónde se encuentran los límites que separan ambos extremos. La ética constituye un campo de la filosofía que se ocupa del estudio de esta cuestión. Desde esta rama filosófica se analiza la conducta de los seres humanos en relación con planteamientos como qué es correcto y qué no, la felicidad, el deber, la virtud, los valores, etc.

La ética posee dos corrientes, una teórica y otra aplicada. La primera analiza las cuestiones morales de una forma teórica y más abstracta, mientras que la segunda aplica dicha teoría a ámbitos diversos como la economía, la medicina o la psicología.

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La historia de la ética

Como decíamos, la ética ha sido fuente de interés para las personas desde la antigüedad. Ya en la antigua Grecia algunos filósofos como Platón o Aristóteles se plantearon de qué forma estaba regida la conducta de las personas en sociedad.

A lo largo de la Edad Media, la moral estuvo fuertemente influida por la iglesia. El cristianismo impuso su propio código de lo que era adecuado y lo que no. De esta forma, todas las personas asumían que la fe era el fin de la existencia humana y el manual de cómo comportarse estaba materializado en el evangelio. La ética estuvo muy limitada en esta etapa de la historia, de tal forma que su papel se limitaba a interpretar las sagradas escrituras para elaborar el código de conducta cristiano.

Con la llegada de la Edad Moderna, apareció la corriente humanista y con ella el deseo de elaborar una ética basada en la razón y no en la religión. El teocentrismo propio de la etapa anterior se transformó en antropocentrismo, asumiendo que era el hombre y no Dios el centro de la realidad. En esta etapa destacan filósofos como Descartes, Spinoza, Hume y Kant, siendo este último el que mayor influencia ha tenido en el campo de la ética.

La Edad Contemporánea estuvo marcada por la decepción. Tras la época moderna, todos los planes y proyectos que se habían planteado para proporcionar felicidad a la humanidad habían fracasado. Por esta razón, comienzan a aparecer filósofos con posturas existencialistas e incluso nihilistas. Como vemos, la ética es un campo de estudio con una larguísima trayectoria. Se trata de un campo con grandes implicaciones para la sociedad que, además cuenta con distintos tipos y aplicaciones. ¿Te parece interesante lo que te contamos? Pues quédate, porque en este artículo profundizaremos acerca de qué es la ética y las clases existentes.

¿Qué es la ética?

La ética constituye una rama de la filosofía encargada del estudio de la moral. Este ámbito trata de analizar el comportamiento de las personas y reflexionar acerca de los principios que los rigen y de su adecuación en el marco de una sociedad.

La distinción entre el bien y el mal es un asunto complejo que entraña muchas preguntas cuya respuesta es, a veces, muy difícil de encontrar. En ocasiones ni siquiera existe una respuesta única, pues una misma situación se puede concebir desde puntos de vista diversos. En cualquier caso, la ética trata de indagar en cuestiones como la responsabilidad, la honestidad o el compromiso, para ponerlas en relación con aquellas acciones que se llevan a cabo en sociedad y que muchas veces es difícil situar en la dicotomía de lo bueno y lo malo.

La ética asume que deben aplicarse ciertos principios que rijan la conducta de los individuos, todo con el fin de conseguir una sociedad organizada y una convivencia basada en el respeto y la tolerancia.

¿Qué clases de ética existen?

De acuerdo con el filósofo J. Fieser, la ética se divide en tres ramas: la metaética, la ética normativa y la ética aplicada. Cada una de ellas seguirá distintos objetivos y aplicará diferentes metodologías. Veamos en qué consiste cada una.

1. La metaética

Esta rama de la ética se centra en el estudio del origen y el significado de nuestros conceptos morales. Se trata de un campo amplísimo sin límites claros definidos, debido a que trabaja con temas muy generales y, en ocasiones, abstractos. Existen dos líneas principales de investigación en la metaética.

1.1. La metaética de enfoque metafísico

Esta se centra en descubrir si la noción del bien y el mal es objetiva o subjetiva. Es decir, trata de conocer si los conceptos del bien y el mal son una construcción cultural o, por el contrario, existen de forma “pura” e independiente al ser humano.

1.2. La metaética de enfoque psicológico

Esta va dirigida al estudio de los aspectos más psicológicos relacionados con la ética. Es decir, trata de indagar en esos aspectos de mayor profundidad que pueden impulsarnos a actuar de determinada forma. Algunos de los temas que se tratan desde este enfoque son el deseo de aprobación social, el temor al castigo, la búsqueda de la felicidad, entre otros.

2. Ética normativa

Este tipo de ética persigue establecer un código moral estándar que encamine la conducta de las personas hacia el bien de toda la sociedad. La ética normativa suele basarse en el establecimiento de uno o varios principios. Dentro de esta rama de la ética existen varios campos de estudio:

• Teorías de la virtud: este campo estudia el cultivo de la virtud a través de buenos hábitos. Esta es concebida como un fin en sí mismo al que deberían aspirar los individuos.

• Teorías del deber: esta área va más enfocada a cuestiones relacionadas con el deber y la responsabilidad. Este campo también se denomina deontología y tiene especial importancia de cara a regular las actuaciones en las distintas profesiones. Todos los oficios pueden contar con su propia deontología que especifique el deber del profesional. De hecho, muchos ámbitos cuentan con su propio código deontológico, como la medicina o la psicología.

• Teorías consecuencialistas: este ámbito analiza la relación existente entre las acciones de un individuo y las consecuencias correspondientes. Toda actuación ética acarrea unos beneficios, pero también unos costes. Desde esta perspectiva se realizan comparativas de las dos caras de la moneda a la hora de actuar en situaciones complejas.

En el ámbito de la ética normativa también se incluyen la ética secular y la religiosa.

2.1. Ética secular

Es la ética de tipo laico, basada en virtudes de carácter racional, lógico e intelectual.

2.2. Ética religiosa

Es la ética basada en las virtudes de tipo más espiritual. Esta tiene como objeto y fin a Dios, por lo que variará en función de cada religión. Cada una de ellas tendrá sus propios principios y valores que deberían regir el comportamiento de los fieles.

3. Ética aplicada

Esta rama de la ética es la que más enfocada se encuentra con la vida real, ya que es la que se emplea para resolver y analizar situaciones específicas. La ética aplicada se encarga, principalmente, de temas controvertidos en los que es difícil posicionarse. En este tipo de escenarios aborda el dilema moral central y trata de darle respuesta. Este área de la ética está estrechamente vinculada con la ya mencionada ética normativa, ya que aborda temas relacionados con el deber y las consecuencias de los actos.

Entre las situaciones morales que analiza la ética aplicada se encuentran el aborto, la pena de muerte, la eutanasia o la gestación subrogada. Dentro de la ética aplicada podemos encontrar tantos tipos como campos con conflictos morales existan. Por tanto, veremos clases de ética aplicada muy diversas. Entre las más conocidas se encuentran:

3.1. Ética profesional

La ética de este tipo regula los principios que deben regular la actuación del ejercicio profesional. Desde la ética profesional se analizan situaciones hipotéticas con las que el profesional se puede topar a lo largo de su carrera, con el objetivo de marcar las pautas de actuación correctas en caso de que sucedan. Entre los profesionales que pueden enfrentarse a serios conflictos morales se encuentran los médicos, los psicólogos, los docentes, los militares o los profesionales del derecho.

3.2. Ética organizacional

Se encarga del establecimiento de una serie de principios y valores para regular el funcionamiento adecuado de una organización. Los elementos clave que basan este tipo de ética son la tolerancia y el respeto.

3.3. Ética empresarial

Este ámbito cobra gran importancia, ya que muchas veces las empresas se encuentran en escenarios de gran conflicto moral. La motivación económica puede hacer a muchos grupos empresariales actuar de forma discriminatoria, engañosa o desleal. Este tipo de ética se encarga de plantear estos escenarios para valorar qué actuación es la más adecuada en cada caso acorde al bien común.

3.4. Ética ambiental

Este área se centra en valorar las actuaciones del ser humano sobre el entorno natural. Entre los temas más frecuentes de debate se encuentran la sobreexplotación ambiental, los derechos de los animales, las especies en peligro de extinción o las emisiones y residuos de la industria.

3.5. Ética social

En este tipo de ética se analizan cuestiones éticas vinculadas con problemas sociales que afectan a la humanidad, como la discriminación por cualquier motivo o las violaciones de los derechos humanos.

3.6. Bioética

Este ámbito plantea dilemas relacionados con las ciencias de la vida y los seres vivos. Entre las cuestiones que se someten a análisis y debate se encuentran el aborto, la eutanasia o la manipulación genética.

3.7. Ética comunicacional

Este área trata de evaluar cuestiones éticas relacionadas con los medios de comunicación. Entre los puntos clave a tratar en esta línea se encuentran la libertad de expresión, la influencia de intereses particulares sobre la información, la veracidad de la información que se difunde, etc.