La idea de comer en la oficina para muchos es sinónimo de tupper con pollo a la plancha, lechuga y tomate. Y así un día tras otro, con la poca variación hacia el plato de pasta con el chorreón de tomate frito.
La pereza de llegar a casa y preparar comida para el día siguiente termina haciendo que cuando llegue la hora del almuerzo nos recuerde el día de la marmota. ¿Te suena lo que te contamos?
Tranquila, a nosotras también. Por eso hemos puesto remedio preparándote estas recetas perfectas para llevar al trabajo, una serie de propuestas apetecibles con las que disfrutar del descanso para comer con platos ricos y sanos.
5 Recetas perfectas para llevar al trabajo
Deja atrás el aburrimiento de comer siempre lo mismo preparando estos platos que podrás disfrutar a la hora del almuerzo.
1. Ensalada por capas multicolor en tarro de cristal
Seguro que en tu tienda favorita de objetos del hogar has visto alguna vez esos preciosos frascos de cristal con tapón de rosca, lisos o con alguna pequeña decoración que le da un aire retro.
Recientemente se han convertido en los aliados perfectos de algunas de nosotras para preparar ensaladas mucho más apetecibles para llevar a la oficina sin que llegue el fatídico momento de abrir el tupper y encontrarnos una masa de hojas lacias espachurrada en el fondo y tener que armarte de valor (y mucho apetito) para coger el tenedor y comértelo.
Si te animas a prepararte uno, es importante que sigas el orden de los alimentos para evitar que el exceso de líquido estropee el resultado.
Para empezar
Toma el frasco con la medida que mejor se adapte al tamaño de tus raciones y comienza por añadir en el fondo el aliño que utilizarás; te proponemos en este caso una mezcla de dos cucharadas de aceite de oliva, con 1 cucharada de zumo de limón, albahaca fresca picada al gusto y 1 diente de ajo picado. Puedes mezclarlo en un bol y ponerlo después en el tarro.
Primer paso
A continuación añadimos una capa de algo consistente que absorba un poco de líquido o al menos, no añada más. Te proponemos alubias blancas cocidas previamente escurridas, y te aconsejamos que compactes los ingredientes que vayas introduciendo por capas todo lo que puedas, pero sin chafarlos. Piensa que la idea es que el no sobre casi espacio entre los alimentos y el tapón cuando se cierre.
Segundo paso
La siguiente capa de nuestra ensalada se compone de los demás ingredientes que quieras añadir y que no sean verduras de hoja. Pueden ser verduras picadas crudas, champiñones laminados frescos, queso cortado en tacos, huevo duro…
Nuestra propuesta, ya que has introducido proteínas vegetales, es que incorpores algún alimento rico en hidratos de carbono que completen el valor nutricional de lo que ya has puesto, como cuscús, maíz, quinoa o patata cocida, así como alimentos frescos de colores variados del tipo remolacha, cebolla, zanahoria rallada, que te garantizarán una amplia variedad de nutrientes diversos.
Tercer paso
Por último, puedes incorporar las verduras de hoja, que son tan propensas a estropearse por el peso de los otros ingredientes y el líquido de unos y otros, aunque también puedes poner algunos frutos secos y hierbas aromáticas. Te sugerimos anacardos picados y un par de tomates secos picados.
Para terminar
Si quieres evitar que el líquido pueda derramarse, tapa primero la boca de bote con un trozo de papel de horno que sobresalga un poco y después cierra con la tapa de rosca. De todas formas, mejor mantenlo en vertical. ¡No olvides agitar bien antes de usar!
2. Tabulé con huevos de codorniz, aceitunas negras y pasas
Sin duda ésta es una de esas recetas perfectas para llevar al trabajo, porque es fácil de preparar y de digerir, a la vez que recargas energías para continuar la jornada a pesar de ser una receta bastante ligera.
Para empezar
Antes de nada, prepara unos 8-10 huevos duros de codorniz; tardan 3-5 minutos desde que empieza a hervir el agua en estar completamente cuajadas la yemas. Cuando los tengas listos, ponlos a enfriar en agua fría.
Primer paso
Coloca en una fuente honda una taza de cuscús seco y añade la misma cantidad de agua hirviendo. Remueve y deja reposar varios minutos hasta que ésta se absorba completamente.
Segundo paso
Sobre una tabla de cortar, pica un tomate y medio pepino sin piel en daditos y ponlos sobre el cuscús. Pica hierbabuena fresca y añádela también junto a un par de cucharadas de uvas pasas. Aliña con aceite de oliva, zumo de limón y un poco de sal. Mézclalo todo.
Para terminar
Por último, pela los huevos de codorniz e incorpóralos enteros a la fuente junto a unas 8-10 aceitunas negras sin hueso. Mezcla de nuevo y coloca en el tupper para guardarlo en la nevera toda la noche. Consumir frío.
3. Berenjenas rellenas de atún con mozzarella y orégano
Para comer verduras en el almuerzo no es imprescindible recurrir a las ensaladas. Esta propuesta en versión simplificada es una manera rápida y fácil de consumir alimentos vegetales de una forma rica a la vez que sencilla.
Para empezar
Tomar dos berenjenas medianas, lavarlas y cortar el extremo del rabito. Cortarlas por la mitad a lo largo, haciéndoles unos cuantos cortes por dentro y ponerlas en una fuente para microondas tapadas con film transparente bien cerrado.
Primer paso
Cocinar a unos 800 w de potencia durante 5 minutos. Mientras, poner en un bol 2 latitas de atún en aceite escurrido, 5 cucharadas de tomate frito, orégano seco al gusto y una cucharada de pipas de girasol peladas. Mezclar bien con ayuda de una cuchara.
Segundo paso
Con cuidado de no quemarte (habrá mucho vapor), abre el film transparente y coloca las mitades de berenjena sobre una fuente para horno. Con ayuda de una cuchara, sácales el relleno, dejando la piel (y algo de la pulpa para que ésta no se rompa) en forma de barquitas.
Tercer paso
Picaremos en trozos pequeños el relleno de la berenjena y eliminaremos el exceso de líquido. Pondremos los trocitos en el bol y mezclaremos con el resto de ingredientes. Pondremos también a calentar el grill del horno mientras rellenamos las barquitas con la mezcla y las cubrimos con mozzarella rallada. Podemos darles un toque de orégano.
Para terminar
Poner la fuente en el grill durante 5-10 minutos según cómo nos guste de dorado el queso. Dejar enfriar y colocar en el tupper. Se puede quedar fuera de la nevera durante la noche. Mañana sólo tendrás que calentarlo un poco antes de comerlo.
4. Sandwich vegetal con pan de centeno y humus
No, no nos hemos olvidado de los amantes del sandwich; para quien resulta más sencillo comer fuera de casa recurriendo a los dedos y al pan tenemos esta propuesta sencilla y sabrosa con la que te demostraremos que se puede comer sano y de forma completa también con bocadillos. Por algo es una de nuestras recetas preferidas para llevar al trabajo
Para empezar
Corta dos rebanadas grandes de pan integral de centeno con semillas. Úntale una capa abundante de hummus a una de ellas (sin llegar al borde del pan) y espolvoréale un poco de comino en polvo, un toque de pimentón dulce y unas gotitas de aceite de oliva.
Primer paso
Corta unas rodajitas de huevo duro y cubre la superficie de esa rebanada previamente untada. Sobre esta última capa, pon unas tiras de bacalao ahumado.
Segundo paso
Corta por la mitad un aguacate maduro y vacía la pulpa en un bol, añade unas gotas de limón, sal y un poquito de aceite y cháfalo todo junto con un tenedor, de forma que quede cremoso pero con grumos.
Para terminar
Toma la rebanada de pan que estaba sin untar y cúbrela con la crema de aguacate, dejando un poco de espacio sin cubrir cerca de los bordes del pan. Tapa con ésta la otra parte del sandwich y sujeta el conjunto con dos o tres palillos para que no se desarme. Nevera y ¡listo para tomar!
5. Salteado de gambas picantes con tallarines de calabacín
Vamos a encender el fogón, pero no resoples porque cogeremos una sartén para usarla de forma casi anecdótica, hacer algo en un "pimpam" pero que huela bien y sepa aún mejor. Tabla de cortar, un buen cuchillo y… algo de música ambiente para darle ritmo al salteado. Aquí te dejamos la última de nuestras propuestas para comer muy bien aun estando en la oficina.
Para empezar
Pon en una sartén amplia y honda un chorrito de aceite de oliva y añade un dientecito de ajo picadito, una hoja de laurel y una guindilla seca pequeñita. Con el aceite caliente, añade 100 gramos de gambas peladas. Cuando estén listas, sácalas y déjalas aparte.
Primer paso
Con un cortador especial para hacer tiras finas, haz una especie de tallarines con un calabacín mediano, lavado y con piel. Añádelo sobre el aceite donde has frito las gambas y saltéalos a fuego fuerte lo justo para verlos ponerse un poco lacios. Aparta del fuego.
Segundo paso
Repite la operación de saltear ahora con unos 100 gramos de champiñón cortado en trocitos y también con media cebolla pequeña cortada en juliana. Si quieres, puedes saltear un puñadito de nueces para darle un toque más crujiente y aportarle sus beneficios.
Para terminar
Finalmente, pon juntos todos los ingredientes en la sartén y saltéalos de nuevo un poco para que los sabores se entremezclen con el último golpe de fuego fuerte, a los que añadirás un chorrito de salsa de soja, un par de cucharadas soperas de sésamo y eneldo al gusto. Deja enfriar y colócalo en tu fiambrera.