Las 5 diferencias entre edad cronológica y edad biológica

Existen personas que parecieran tener más y/o menos años de los que aparentan. ¿Por qué ocurre eso?

Edad biológica y cronológica

De seguro te ha pasado que te has encontrado con una persona que aparenta más edad de la que en realidad tiene o, por el contrario, luce muchísimo más joven de lo que dicen sus registros fiscales.

Igual puede que te haya sucedido este mismo escenario a ti, que te han preguntado: "¿De verdad esa es tu edad? no lo aparentas". Existen casos, de igual manera donde, la forma de actuar de las personas pueden distorsionar su edad real, haciendo que los percibamos más viejos o de menor edad.

Pero alguna vez te has preguntado: ¿por qué ocurre ese fenómeno? Si es así, entonces quédate en este artículo donde te hablaremos sobre las diferencias entre la edad cronológica y la edad biológica y por qué estas a veces parecieran no concordar.

¿Qué es la edad cronológica?

Podemos definir a la edad cronológica como el tiempo que se cuenta a partir del nacimiento de una persona hasta su fallecimiento, es decir, la edad exacta que se calcula en años, meses y días. Es la edad que celebramos en cada cumpleaños y la que damos para algún registro, expresada en números.

Esta edad corre dentro de nosotros sin importar el tiempo o el nivel de evolución de cada persona. Es por ello que esta adquiere una suma importancia durante el desarrollo infantil pues, niños de la misma edad cronológica puede que no tengan el mismo nivel de desarrollo individual.

La edad cronológica se encuentra siempre acompañada de los cambios que ocurren en el entorno individual de una persona, los acontecimientos vividos, las experiencias adquiridas y el crecimiento biológico corporal y psicológico. Es por ello que mientras pasa el tiempo más se va asentando la edad en nuestro físico.

¿Qué es entonces la edad biológica?

Por otro lado tenemos la edad biológica, que puede conceptualizarse como la edad que aparentamos ante el mundo y corresponde a la funcionalidad adecuada o inadecuada de nuestro organismo interno con respecto a las medias regulares que deben manifestarse, según el estadío de la edad cronológica correspondiente. Es también conocida como edad manifiesta y en los últimos tiempos se le ha otorgado un concepto más subjetivo que influye directamente con la salud.

Expresiones como ‘me siento joven a pesar de mi edad’ o ‘estoy joven pero me siento en el cuerpo de un viejo’ poseen una gran incidencia sobre nuestras creencias personales sobre la salud personal y la percepción de la afectación del mundo exterior sobre nuestra vida. Esto se debe a que tiene un significado fisiológico que se relaciona con el envejecimiento progresivo de nuestro cuerpo y mente.

Es por ello que, algunas personas pueden lucir de mayor edad a pesar de ser cronológicamente jóvenes, mientras que otros lucen bastante joviales y frescos, cuando en realidad tienen una edad mayor.

Edad biológica: el nuevo estándar de salud y belleza

Conocer nuestra edad biológica es tan importante como celebrar nuestra edad cronológica, debido a que esta es la que manifestamos ante el mundo, la que habla por nosotros sobre cómo se encuentra nuestra salud física, emocional y psicológica, la que permite adaptarnos al entorno y relacionarnos de manera adecuada a este. Pero también es de suma importancia saber cuidar nuestra edad biológica, de manera que podamos gozar de una calidad de vida saludable y equilibrada.

Aunque sea difícil de creer, es la edad biológica la que incide sobre nuestra longevidad ¿De qué manera? pues, nada mejor para describirlo que el dicho de ‘si te sientes bien por dentro, se notará por fuera’. Según cómo cuidemos nuestro organismo, este durará por mucho tiempo, tengamos la edad que tengamos, evitando que aparezcan enfermedades degenerativas, alteraciones cardiovasculares, lesiones musculares y daños irreversibles.

Lo que nos da como resultado un sistema interno óptimo, un cuerpo resistente y una belleza duradera. Después de todo, al cuidar de nuestro cuerpo beneficiamos la estética física, ya que nuestra piel mejora su circulación y regeneración, al verse librada de toxinas y radicales libres.

Diferencias esenciales entre edad cronológica y edad biológica

Auque puede que ya haya quedado clara la diferencia entre estas dos edades que todos poseemos, existen algunos elementos que puedes tomar en cuenta por si aún te queda alguna duda.

1. Definición

Quizás es su mayor diferencia pues, en definición la edad cronológica es el conteo exacto y numérico del tiempo que llevamos en este mundo desde que salimos del vientre materno. Mientras que la edad biológica o manifiesta, es aquella que se muestra al exterior a través de las condiciones propias de la salud interna.

2. Cálculo

Calcular la edad cronológica es muy sencilla, como su propio nombre lo indica, solo debemos contar desde el momento de nacimiento hasta ahora. En un principio se cuentan los días y meses, hasta que luego se añade el año. A partir de la pre-adolescencia solo se toma en cuenta el tiempo anual.

Por otro lado, la edad biológica se puede calcular a través de unos test especializados que se realizan con una muestra de sangre o incluso del tejido. Sin embargo, existen páginas online que hablan sobre temas de salud que pueden ofrecerte una calculadora rápida para que sepas tu edad biológica aproximada, colocando algunos datos básicos y significativos de tu historial de salud.

3. Cuidados requeridos

Para la edad biológica no se requieren cuidados necesarios pues, literalmente solo se trata de un número que registra nuestro tiempo vivido. En cambio, para conservar de manera adecuada, funcional y óptima nuestra edad biológica si es necesario tener algunos cuidados que debemos realizar en el día a día.

Estos incluyen: dieta balanceada, ejercicio constante, chequeo médico regular, estilo de vida saludable, cuidado de la salud mental, evitar los hábitos dañinos, ejercitar la mente y disminuir el estrés diario.

4. Apreciación externa

La edad biológica es perceptible, en cierta medida podemos notar o las personas pueden hacernos saber qué tan saludables o deteriorados podemos estar. Esto ocurre porque los efectos negativos sobre nuestra salud se manifiestan en el cuerpo, por ejemplo, a través de ojeras, manchas en la piel u oscurecimiento en la dermis. Como un indicativo de que algo está ocurriendo y debemos prestar atención para corregirlo.

Mientras que la edad cronológica se aprecia en nuestros registros fiscales o para apreciar nuestra evolución según los estadíos correspondientes, por ello mismo tiene un gran peso en nuestra vida.

La edad biológica tiene un sentido más subjetivo, mientras que la edad cronológica queda registrada y es celebrada cada año.

5. Incidencia en la evolución

La edad cronológica sirve como una estadística fija para evaluar el crecimiento evolutivo de las personas, si se encuentran atrasados en alguna área de desarrollo o si mantienen un peso y talla adecuado. A nivel mundial, las tablas de crecimiento y los niveles de desarrollo evolutivo se miden según la edad cronológica exacta, la cual se expresa en años, meses y días.

En cuanto a la edad biológica, su importancia radica en su influencia a nivel interno, es decir, qué tan a la par se encuentra evolucionando el organismo y sus funciones por sobre la edad cronológica establecida. De manera que, mientras el organismo se mantenga nutrido y estimulado (mental y psicológicamente) este puede crecer según lo establecido en la media regular.

Consejos para cuidar nuestra edad biológica

Hemos escuchado estos consejos de manera continua en muchos tips de cuidado de la salud orgánica y física, pero lejos de ser un discurso repetitivo, son factores esenciales para cuidarnos y valorar nuestra existencia.

1. Estilo de vida saludable

Esto es esencial para lograr mantener la longevidad en nuestro organismo interno, pero sobretodo que pueda reflejarse en la estética del cuerpo. El estilo de vida saludable implica mantener una balanza equilibrada en el desempeño que realizamos en cada área de nuestra vida. De manera que ninguna cause un impacto negativo sobre la otra y al mismo tiempo permita un rendimiento óptimo en la rutina diaria.

2. Preocúpate por el ejercicio

La actividad física no solamente tiene un efecto directo en mantener o alcanzar el peso ideal y tener una figura esbelta. Sino además nos ayuda a prevenir enfermedades de cualquier tipo, desde evitar resfriados o malestares virales, hasta reforzar el organismo contra problemas cardiovasculares, musculares, esqueléticos, gastrointestinales e incluso contra las enfermedades mentales degenerativas.

3. Ejercita tu mente

La salud mental es tan importante como la física, así que desde ahora busca practicar actividades que refuercen tu actividad mental y despierten tu curiosidad. El desarrollo de nuevas habilidades, aprender cosas novedosas o intentar actividades dinámicas ayudan al cerebro a crear nuevas conexiones neuronales y mantenerlas activas. Lo cual previene la oxidación de las células cerebrales y por ende el desvanecimiento de su tejido.

4. Evita el estrés

El estrés es una de las condiciones más nocivas para la salud física, emocional y mental, debido a que su efecto es el cansancio y mientras más agotamiento tengamos, menos motivación tenemos para mantenernos activos físicamente, dejándonos vulnerables ante el contagio o desarrollo de enfermedades.

Además, el estrés produce una alteración en la liberación de hormonas de felicidad, por lo que genera sentimientos de frustración, irritabilidad, enojo, tristeza, desvalorización y desesperanza. Los cuales mientras más se cumulan pueden generar trastornos mentales graves como ansiedad o depresión.

5. Descansa

Pero no solo es importante mantenernos en movimiento, sino además tener un descanso adecuado para el organismo se recupere y regenere sus fuerzas y, esto solo se logra manteniendo una buena calidad de sueño, así como tener un momento de desconexión en el día. Por lo menos 20 minutos en la mañana y en la tarde, esto ayuda a refrescar el cerebro y volver a activar sus funciones.

Mientras que, al terminar el día, es necesario que tengas una rutina de sueño ideal, de esta forma podrás conseguir un sueño reparador y una noche de descanso. Por lo que trata de desconectar todos tus aparatos electrónicos al acostarte, date un baño de agua caliente y toma un té relajante antes de ir a dormir y duerme entre 7 y 8 horas.

6. Aliméntate bien

La alimentación balanceada es ideal para mantener la salud y el funcionamiento de los órganos internos, así como del cerebro. También nos ayuda a reforzar el sistema inmunológico y garantizar la belleza estética. Para ello se recomienda consumir mayores cantidades de vegetales, legumbres y frutas en la alimentación diaria, evitar las grasas trans, aumentar las proteínas, reducir el consumo de azúcares y alimentos procesados,

7. Dile no a los malos hábitos

Otro elemento esencial para mantener la edad biológica saludable es evitar los malos hábitos, como el consumo de alcohol, fumar tabaco y otras sustancias adictivas. Esto es debido a que el cuerpo metaboliza dichas sustancias y las sintetiza en el organismo, generando una adicción a sus efectos, los cuales son sumamente nocivos para el funcionamiento de los órganos internos y pueden dañar las células de la piel.

Ahora sabes que posees dos edades en tu cuerpo y debes cuidar una de ellas, para que vaya a la par o incluso ganarle a ese número que aumenta con cada vela que soplas en tu cumpleaños.

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