Los muebles pueden tener más años de vida si les damos otra oportunidad. Hay varias razones para elegir renovar un mueble en lugar de desecharlo. Una es por ecología: seguir las tres “R”, reciclar, reparar y reutilizar. También por economía, es más barato que comprar uno nuevo.
Además, hay un aura más interesante en un mueble viejo, pues tiene una historia y eso le da una energía contrastante cuando el resto de la decoración es nueva o moderna. Lo mejor de todo es que para lograr esto basta con pintar los muebles, aquí te decimos cómo.
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¿Cómo pintar muebles? 8 consejos para renovarlos y cambiar tu hogar
Un librero, un ropero, una mesa de comedor o una de salón, incluso los muebles de cocina, pueden renovarse y adaptarse a cualquier estilo. En la mayoría de los casos no requieren mucho más que pintar y sellar, aunque quizá algunos requieren un esfuerzo más.
Para pintar muebles, se necesitan en realidad pocas cosas: pintura, lija, sellador, brochas, desengrasante para limpiar, y si se da rienda suelta a la creatividad, tela o tapices. Así que manos a la obra con estos consejos para renovar muebles y cambiar el diseño de tu hogar.
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1. Elegir el nuevo color o estilo
Antes de comenzar a trabajar sobre el mueble, hay que elegir el color. ¿Un acabado desgastado? ¿Colores sólidos? ¿Un estilo clásico? Esto depende totalmente del gusto personal. Pero hay un tip para pintar el mueble: que resalte del resto de la decoración.
Si la mayoría de los muebles son colores cálidos, una idea es pintarlo en tonos fríos. Si la decoración es minimalista o contemporánea, un buen contraste es usar muchos colores sólidos o un acabado desgastado que le da el aspecto de viejo. Los colores en tendencia son los grises, turquesa, verdes o amarillos y terracotas, pero esto es totalmente a elección personal.

2. Buscar el tipo de pintura ideal
Otro consejo para pintar muebles y renovarlos es elegir correctamente la pintura. En el mercado se pueden conseguir pinturas especiales para pintar madera, la recomendación es preferir estos frente a los que sirven para paredes o exteriores.
Esta pintura es la acrílica, permite que la madera respire y le da un acabado uniforme. No obstante para aplicar en puertas o para los muebles de la cocina que están expuestos a la grasa y el calor, es mejor la pintura de aceite, aunque esta le da un acabado brillante.
3. Lijar
Lo primero que hay que hacer antes de pintar mueble es lijar. Para esto se puede utilizar una lijadora orbital con una lija especial para madera, o hacerlo manualmente con lija común, lo cual permite mayor exactitud para llegar a zonas pequeñas.
Antes de comenzar hay que limpiar el mueble con desengrasante, simplemente hay que aplicar el producto en un paño y pasar por la superficie. Posteriormente se realiza el lijado, el objetivo es quitar la pintura anterior y prepara la madera cruda para la nueva pintura.
4. Retirar pintura cuando se encuentra muy adherida
Según el acabado que tenga el mueble, la pintura puede ser muy difícil de quitar. En ocasiones el lijado simple no es suficiente para que la pintura se caiga. Esto se debe a que algunos muebles antiguos fueron pintados con muchas capas de pintura de aceite.
En estos casos antes de pintar el mueble hay que utilizar decapante. Este producto se encuentra en cualquier tienda de pinturas y se aplica directo sobre el mueble. Lo que consigue es encoger y despegar la pintura para después retirar fácilmente con lija.
5. Preparar la superficie del mueble
Es importante aplicar un producto especial para preparar la superficie antes de aplicar pintura. Para que el acabado sea profesional, hay que imprimar. Este paso permite que la madera no sea tan absorbente, de esta forma se utiliza menos pintura y el acabado es homogéneo.
Este producto es sencillo de aplicar. Con una brocha se esparce por todo el mueble hasta dejar cubierto por completo. Se deja secar por unos minutos hasta que al tacto ya no se sienta pegajoso. Por último se utiliza la lija más delgada para lijar de forma muy ligera.
6. Pintar y encerar
Una vez que la superficie del mueble haya sido imprimada, se puede pintar. No se necesita nada especial más que brochas. Lo recomendable es tener al menos tres tamaños: una gruesa para pintar burdamente, la mediana para retocar y una pequeña para detallar.
Solamente hay que pintar de forma uniforme hacia un solo lado ya sea de arriba a abajo o de izquierda a derecha. Una vez que ha quedado cubierto en su totalidad, hay que esperar a que seque y poder aplicar una cera para muebles para después pulir con un paño seco.

7. Lograr acabados diferentes
Con tan solo unos sencillos tips se puede lograr acabados creativos y diferentes. Un truco sencillo es utilizar dos colores para un mismo mueble. Si se trata de una cómoda, las puertas pueden ser de un color diferente al resto o cada una de color distinto.
Para lograr el efecto de desgastado hay que lijar suavemente las esquinas o relieves una vez que la pintura se ha secado por completo. También puede usarse una cera al final con un color más claro que la pintura que se usó, esto le dará una tonalidad matizada que sienta muy bien.
8. Añadir elementos más artísticos
Otro toque interesante después de pintar un mueble es añadir textura o formas y figuras. Hay plantillas con diversos diseños que solo requieren colocar sobre la superficie y pintar. Una buena idea es hacerlo con un color contrastante o con un tono abajo o arriba para que sea sutil.
Se puede realizar algún trazo a mano alzada, pintar líneas o barras de colores. Otra alternativa es colocar tapices, vinilos o telas estampadas, y ponerlas sobre las puertas, cajones o en el caso de cómodas y mesas, en la superficie de arriba.
Referencias bibliográficas
- Koizumi, Kazuko. (1997). Traditional Japanese Furniture. Japan: Kodansha International.
- Metcalf, Pauline. (2010). Syrie Maugham: Staging the Glamorous Interiors. Acanthus PressLlc.
- Perry, Gillian. (1999). Gender and Art. Yale University Press.