La visita de la reina Letizia a la feria internacional de arte contemporáneao de Madrid - ARCO 2018 -, no ha pasado inadvertida. Como en cada una de sus apariciones públicas, la imagen de la mujer de Felipe VI ha sido examinada con lupa. Pero en esta ocasión, más de uno se ha llevado una sorpresa.
Y es que el rostro de la reina no era el de siempre. En algunos de los primeros planos captados por los fotógrafos y medios que acudieron al evento, se puede apreciar claramente cómo su cara estaba «rara» y daba la impresión de estar hinchada.
A pesar de que la reina quiso jugar al despiste y hacer que la atención se centrara en su 'total-look' de color rojo, este detalle no pasó desaparecibido para los más observadores. A partir de aquí, los rumores comenzaron a expandirse.
De hecho, hubo quienes empezaron a especular con la posibilidad de que había vuelto a operarse la nariz, pero nada más lejos de la realidad. Según ha revelado 'La Otra Crónica', la reina Letizia se ha hecho un relleno de pómulos, presumiblemente a través de inyecciones de ácido hialurónico, razón por la que su rostro se veía hinchado y lo más curioso: su nariz daba la sensación de ser más pequeña.
Aunque el resultado de estos tratamientos es muy positivo, lo cierto es que necesitan de un tiempo para adaptarse al rostro y pueden resultar demasiado artificiales cuando las infiltraciones están recién puestas, tal y como pudimos ver en su visita a ARCO.
Como no podía ser de otra manera, este tema ha dado mucho de qué hablar y es que muchas son las críticas que la reina ha recibido por recurrir a la cirugía estética de manera tan frecuente, algo que según varios medios han señalado le da una imagen artificial y que el relleno ha sido excesivo.
Los tratamientos estéticos de la reina Letizia
Estos comentarios no habrían sentado nada bien a Casa Real, según ha recogido 'EsDiario'. No obstante, lo cierto es que la afición de la reina Letizia por los tratamientos de belleza es algo ya más que conocido y de tanto en cuanto, sorprende con su nueva imagen.
La última vez fue a mediados de enero de este 2018, cuando la mujer del rey Felipe VI sorprendió en la entrega de los Premios Fundación Víctimas del Terrorismo luciendo unos labios más gruesos y unos pómulos más marcados, lo que hizo pensar que podía haberse sometido a un tratamiento de bótox, lifiting sin cirugía con hilos tensores faciales o incluso, las inyecciones de ácido hialurónico de las que ahora se vuelve a hablar.
